En todas las tradiciones budistas, «tomar refugio» es el primer paso en el camino a la liberación interior. Se trata de un acto de palabra donde se testimonia la confianza en el buda, en el dharma y en el sangha, los tres tesoros. A partir de esta idea, Zeina Abirached y Mathias Énard tejen una entrañable historia sobre la soledad, el amor y la búsqueda de la propia identidad.
Tomar refugio se desarrolla en dos líneas temporales y geográficas: en el Afganistán de 1939, la escritora Annemarie Schwarzenbachvive un idilio con una paleontóloga mientras en Europa estalla la Segunda Guerra Mundial; en el Berlín de 2016, un joven alemán colabora en la creación de un campo de refugiados y se enamora de una mujer siria casada, amor que es correspondido, aunque las diferencias culturales parecen separarlos.
Dos historias de amor atípicas que resuenan entre sí a pesar de la distancia: tiemposatribulados, seres humanos que al tratar de vencer aquello que los diferencia se enfrentan a la oposición de la sociedad.
Madden construye en Ex libris una narrativa de acertijos posmoderna que es a la vez lúdica y penetrante, y que lo acredita como uno de los grandes maestros visuales de la metaficción en el panorama actual.
Estás mirando el volumen Ex libris de Matt Madden. Puede que hayas ido a buscarlo expresamente o que te hayas topado con él en una librería o en casa de alguien. O quizá estés leyendo esto en un catálogo en una pantalla. ¿Qué clase de aventura crees que tendrá lugar entre sus páginas? A juzgar por la cubierta y el título, parece que habla de libros. ¿Está protagonizado por un cómic? Si lo dejas ahora, jamás lo descubrirás. Sin duda, en algún rincón de tu mente se irán ramificando sin parar versiones imaginarias e hipotéticas del argumento. Si quieres descubrir lo que sucede en Ex libris, vas a tener que abrirlo y leer la primera página. Pero, cuidado, ¡podría atraparte!
He aquí la historia dramática de la cultura.
La pesadilla que vive la ciudad no es una ficción. Sí, es verdad. Están quemando las bibliotecas de los ateneos, del centro de estudios Germinal, del señor Casares... El humo no levanta el vuelo. Es pegajoso. Huele a carne humana.
En esta novela, las vidas de los libros, las personas y el lenguaje se cruzan y entrelazan en un intenso relato de suspense que transcurre desde el siglo XIX hasta nuestros días, entre la atrocidad autoritaria y la indomable libertad.
Los libros arden mal es un universo poblado de voces
insólitas, de memorias que retumban o murmuran de forma
inolvidable, verdadera literatura donde todo está en vilo.
«Me había jurado no volver a comer tierra y ahora me quema la lengua y me ruge el estómago reclamándola. La tierra está llena de secretos pero no para mí».
Cometierra ha elegido dos cosas: un barrio nuevo y no volver a usar su poder adivinatorio nunca más. Rodeada de desconocidos, va saliendo poco a poco de su encierro y aprende a manejarse en su nuevo entorno, al tiempo que aguarda el nacimiento de su sobrino, hijo de su hermano Walter y de la novia de este, Miseria. Es precisamente esta última quien, al ver en el don de Cometierra un lucrativo potencial económico, la anima a recuperar las visiones que le permitían encontrar a gente desaparecida. Para ello, tendrá que resolver casos recientes y antiguos, desvelar secretos de su historia familiar y poner su vida en las manos de una bruja más poderosa que ella.
«Una novela redonda en la que Reyes vuelve a ofrecernos una prosa visceral y poética, unas imágenes bellas y desgarradoras, una literatura comprometida con la comunidad».
Francisco Brines es sin duda uno de los nombres más imprescindibles para entender y gustar la poesía española del siglo XX, un siglo que ha sido, ante todo en su mitad primera, de excepcional calidad y riqueza. Es la suya una poesía de clara raíz metafísica en la que se plantean todas las grandes preguntas que atañen a la condición humana. Poesía plena de sensorialidad y sensualidad, poesía afirmativa, felizmente enraizada en el cuerpo y la tierra nativa, exaltadora de la vida en todas sus intensidades, pero a la vez, poesía hondamente habitada por el tiempo, por la conciencia del tiempo, puesto que existimos y nos afirmamos «entre dos nadas».
Novela concebida como sátira de personajes y situaciones reales (en particular, el ambiente del Teatro de Arte de Moscú en los años veinte y treinta, así como sus principales figuras, Stanislavski y Nemírovitx-Dánchenko, con las que no congenió demasiado), es también una declaración de amor al teatro y a su gente, así como una autocaricatura, en la figura del protagonista, tan cruel como los retratos que a menudo hace de los otros personajes.