La premio Pulitzer y candidata al Nobel Annie Dillard ha dedicado su vida a examinar el mundo a su alrededor con los ojos bien abiertos, bebiendo la vida de manera intensa e implacable. Ya sea observando un sublime eclipse lunar o una polilla consumida en la llama de una vela, el temblor de los nenúfares en un estanque o cientos de mirlos de alas rojas que huyen, el asombro de Dillard ante la fragilidad del mundo natural rejuvenece e inspira placer y angustia. Precisa en el lenguaje y profundamente meditativa en espíritu, esta es una colección histórica de una de las maestras de Estados Unidos.
Publicada en 1846, “El doble” constituye un caso sumamente representativo de esa clase de creaciones que, adelantadas a su tiempo, acaban siendo consagradas por la posteridad. Partiendo de un tema literario tradicional –el de la persona que trata de salvaguardar su dignidad ante una burocracia avasalladora y despreciativa–, y combinándolo, a través del patético personaje de Yakov Petrovich Goliadkin, con el tema del desdoblamiento de la personalidad, en esta novela el genio literario de Fiódor Dostoyevski (1821-1881) no sólo supera la mera tragedia grotesca, sino que extrae de ella posibilidades tan insospechadas como espeluznantes...
La casa Girdlestone es la primera novela larga salida de la pluma del que sería padre del rey de los detectives, Sir Arthur Conan Doyle. Aunque terminada de escribir en 1884, no se publicaría hasta 1890, cuando su autor ya había alcanzado cierta notoriedad con Estudio en escarlata en 1887, El misterio de Cloomber en 1888 y Micah Clarke en 1889. La casa Girdlestone es una novela dickensiana a la vez que una novela de aventuras con ciertas referencias autobiográficas. Los capítulos que se desarrollan en Escocia son una buena prueba de ello. Con notables influencias de obras de otro autores, como Charles Dickens, Anthony Trollope y, sobre todo de la novela de Sheridan Le Fanu, El tío Silas.
He aquí la primera y más fundamental de las obras de Bergson, que contiene ya in nuce toda su singular filosofía. En ella se enfrenta su autor de manera muy nueva con un viejo problema: el del ser o no ser de la libertad del albedrío humano.
La Ilíada de Homero no solo marca el comienzo de la literatura griega, sino también el de la cultura occidental tal y como la conocemos. Literalmente, nuestro mundo sería diferente si Homero no hubiera existido. El genial bardo ciego retrata con maestría la guerra de Troya, las hazañas de los contendientes y las rencillas entre los dioses con una intensidad y una fuerza que todavía conmueven.
Un libro que confirma a Annie Dillard como una de las más importantes escritoras vivas.
Los grandes escritores de 'nature writing' son capaces de observar la naturaleza con una agudeza singular y construir un relato que permita al lector viajar hasta esos mundos tan ajenos a nuestra cotidianeidad. Dillard, sin embargo, va más allá. Ve a través de las grietas por las que el mundo se deshilvana y se reteje, donde los fenómenos más dispares encuentran su vínculo. Dillard es hija de Thoreau, pero también del Maestro Eckhart. Es una incansable exploradora: da igual que nos hable de un viaje a las Galápagos, a la Antártida o a las colinas que la rodean: allá donde se posa su mirada la belleza del mundo arrasa sus pupilas, y sus palabras, como la mejor poesía, dan cuenta de esa lucha por transmitir el misterio último de una emoción que carece de lenguaje.