Durante su juventud, Gabriel Aristu y Adriana Zuber protagonizaron una apasionada historia de amor que parecía destinada a durar para siempre. El futuro, sin embargo, tenía otros planes para ellos. Separados durante cincuenta años por un océano de incomunicación, ella atrapada en la España de la dictadura, él viviendo el éxito profesional en Estados Unidos, vuelven a encontrarse en el ocaso de sus días. Miradas, caricias, deseos acallados y viejos reproches dejarán paso entonces a la constatación de que la nostalgia de aquel primer amor lo es también de la persona que una vez fuimos.
No te veré morir es una novela sobre el poder de la memoria y del olvido, la lealtad y la traición, los estragos del tiempo y la obstinación del amor y sus espejismos.
La vida no es fácil en un college de Nueva Inglaterra si eres un chico modesto y falto de afecto que llega de California, y Richard Papen lo sabe; por eso agradece que lo admitan en un pequeño grupo de cinco estudiantes capitaneados por un profesor de literatura clásica con mucho carisma y pocos escrúpulos.
Los chicos sueltan comentarios en griego y se ríen de la ingenuidad y la torpeza de los demás, pero bien mirado se pasan el día bebiendo y engullendo pastillas. Hasta que un mal día lo que parecían chiquilladas adquieren una gravedad inesperada. Es entonces cuando Richard y su pandilla descubren qué difícil es vivir sin máscaras y qué fácil es matar sin remordimientos.
La primera parte de esta historia tiene lugar en 1947. Un soldado americano con problemas que regresa de la guerra se encuentra con su talentoso sobrino de cinco años, al que le deja una impresión indeleble para luego desaparecer durante veintitrés años.
Corte a 1970: el sobrino, que ahora dibuja cómics clandestinos en Oakland, California, se reencuentra con su tío y, recordando el cómic que vio cuando tenía cinco años, dibuja una nueva versión con su tío como un héroe de la Segunda Guerra Mundial.
Corte al presente: un director de éxito comercial descubre el cómic de 1970 y decide convertirlo en una película de superhéroes contemporánea.
Corte al elenco: Conocemos a la estrella masculina extremadamente difícil de la película, su maravillosa protagonista, el excéntrico escritor/director, el productor, el asistente de producción del recadero y todos los demás en ambos lados de la cámara.
John Earle McLaren, «Whitey», un hombre afable de sesenta y siete años y que durante un tiempo fue el popular alcalde de Hammond, presencia un altercado entre la policía y un joven de tez oscura al que han detenido sin motivo aparente. Tras verse moralmente obligado a intervenir, los dos agentes se ensañan brutalmente con él. Las consecuencias de este enfrentamiento abren la puerta a una realidad bastante más oscura dentro de la familia McLaren, cuyos cinco hijos afrontarán el duelo revelando sus prejuicios, rencores e inseguridades: desde el desdén racista hacia la nueva pareja de la madre hasta las estrategias sibilinas para asegurarse la mayor parte de la herencia. Bajo una fachada de respetabilidad se esconden unos cimientos podridos que pueden hacer que la casa familiar acabe por derrumbarse.
Un amanecer, muy cerca de la Navidad de 2018, la cabeza de la joven Sarah Evans aparece en medio de una calle concurrida de San Francisco. La ciudad se despierta con horror y la policía encuentra el resto del cuerpo en casa de la víctima: desnudo, arrodillado y con los brazos amarrados a las paredes. El inspector William Parker, especialista en asesinos en serie, lleva un tiempo alejado de sus funciones y retirado del cuerpo tras un caso particularmente traumático, pero la teniente Watson está convencida de que solo él puede ayudarla a desentrañar el misterio de esta muerte macabra. Tras muchas dudas, Parker decide aparcar sus viejos temores y se lanza de lleno a una investigación que cambiará todo lo que creía saber sobre aquel viejo caso que inútilmente había intentado olvidar.
Mientras tanto, el experiodista valenciano Fernando Fons, llegado recientemente a San Francisco tras huir de un trágico reencuentro, sigue con interés la búsqueda del asesino al que la prensa ha apodado «el Verdugo». Así, Parker y Fons se embarcarán por separado en una carrera hacia el peligro, acercándose poco a poco el uno al otro y aproximándose también a un secreto que muchos intentan proteger a toda costa.
El detective salvaje arranca con la visita de una mujer a un detective privado: Phoebe Siegle, una sarcástica neoyorquina, se presenta en la destartalada caravana de Charles Heist, en las afueras de Los Ángeles, para que le ayude a encontrar a Arabella, la hija desaparecida de su amiga. Las únicas pistas que puede darle son una estrafalaria comunidad budista en California y Leonard Cohen, con quien la chica está obsesionada. Heist, un solitario de pocas palabras que como mascota tiene una zarigüeya en el cajón de su escritorio, aceptará de inmediato a la exuberante y habladora Phoebe como compañera. La insólita pareja se embarcará en un viaje entre los vagabundos de las afueras de Los Ángeles y por los parajes más inhóspitos del desierto de Mojave, donde habitan unas extrañas sociedades fuera de toda ley y orden.