En esta intensa novela familiar, Kovač nos conduce a una época y un lugar perdidos, su infancia y juventud en la Yugoslavia socialista, con la intención –en ocasiones tierna, en otras cruel– de liberarse de toda forma de nostalgia. La recuperación de los tesoros de la memoria contribuye a crear un mosaico lírico de voces y personajes, como un antiguo espejo de familia en el que, por un momento, se pone el sol y en el que se refleja la imagen de Dubrovnik, la ciudad eterna e inalcanzable. El resultado es una verdadera epopeya que procede por elipsis, con un estilo rapsódico y visionario que recuerda a los grandes maestros de la narrativa balcánica, como Ivo Andrič y Danilo Kiš. La turbulenta riqueza de mundos que describe obliga al autor a ir mucho más allá de los límites de la autobiografía y acercarse al vasto repertorio de la tradición oral del área, la extraordinaria «poética de los Balcanes».
Atlas del eclipse es un hipnótico ensayo narrativo o libro de viajes o novela sin ficción que transcurre durante cien días del año 2020. Desde mediados de febrero, cuando Reinaldo Laddaga contrajo el coronavirus, hasta las manifestaciones que provocó el asesinato de George Floyd. Durante esos meses extraños, el autor se dedicó a caminar sistemáticamente por la metrópolis fantasmal, a recorrer la dimensión más desconocida de la ciudad de Nueva York. Sus viejos parques, cárceles, asilos, cementerios y sanatorios. Y los nuevos camiones frigoríficos que albergaban los cadáveres de la pandemia. Con la lucidez que brinda la luz del cataclismo, el escritor argentino relee en estas páginas la obra de Edgar Allan Poe, la topografía de Central Park o Coney Island, la figura de Donald Trump o la tradición literaria del limbo, esa zona flotante entre los cielos y los infiernos. El resultado de todas esas excursiones físicas y mentales, por el presente y por el pasado, es un libro fascinante, que recuerda por momentos a los de Ryszard Kapus´cin´ski o Joan Didion, y que se inscribe por méritos propios en la estela de Delirio de Nueva York, de Rem Koolhas, y Bajos fondos, de Luc Sante. Literatura ambiciosay vagabunda para indagar en el subconsciente de una ciudad y de una época.
Diane Cook publicó Una nueva tierra salvaje en 2020. Es un libro que sale a la luz en el momento de la pandemia del Covid-19 pero que, evidentemente, se concibe antes de que nuestro planeta parara y comenzáramos a ver la vida a través de la ventana y, desde ella, observáramos cómo la naturaleza ganaba terreno ante nuestra ausencia. En esta novela no hay ciencia ficción ni aparatos extraños, a pesar de estar situada en un futuro que podría llegar dentro de cientos de años o pasado mañana mismo. Sus protagonistas abandonan la Ciudad y se adentran en la Reserva, un territorio ignoto que reúne toda la hostilidad y toda la belleza de la naturaleza salvaje: una nueva naturaleza en la que la norma fundamental para habitarla es la de no dejar huella humana. Fuera de la Reserva está la Ciudad donde se apiñan sus habitantes, donde el aire enferma a los niños, donde todos los colores son artificiales. El resto del territorio planetario está dedicado a la explotación de recursos o a almacenamiento de basura. La supervivencia en la Reserva parece, frente a ello, todo un privilegio. Sin embargo, en las páginas de esta novela no encontrarás una defensa de la Naturaleza como ese lugar idílico que proteger o al que regresar para curar todos los males de la humanidad, tampoco una defensa del buen salvaje en estado natural frente al ser humano corrompido por el progreso y el capitalismo feroz. No es una novela moral o naíf ni una novela ecologista, ni siquiera una novela distópica, aunque lo parezca. Es una obra que explora la condición humana en una situación tan adversa como ininteligible para el humano del Antropoceno: intentar sobrevivir luchando contra todo lo que el progreso y la civilización nos ha enseñado.
Militza y Stana, hijas del empobrecido rey de Montenegro, se ven forzadas a casarse con dos miembros de la aristocracia rusa para que su padre pueda recuperar parte de su poder.
La vida, a pesar del esplendor de la corte del zar Nicolás, no es fácil. Una de ellas, Militza, parece tener poderes ocultos y siente fascinación por todo lo que tenga que ver con la magia y el espiritismo. Ante una influenciable zarina Alexandra, que haría cualquier cosa para darle al país el heredero que está esperando, despliegan su relación con el más allá, y entre sesiones de espiritismo, pócimas engañosas y coqueteos con la magia negra, logran hacerse con un gran poder en la corte.
Sin embargo, cuando den con Rasputín, precisamente en la búsqueda de un hombre con poder espiritual, descubrirán que quizás han ido demasiado lejos.
La inteligencia es un destello fugaz en la larga noche de la historia cósmica. Que pueblen la tierra no una sino dos especies inteligentes al mismo tiempo pone en cuestión cualquier cálculo de probabilidades. El hecho de que esas dos especies, tan distintas como complementarias, forjen una alianza que a su vez enciende una civilización desafía toda lógica.
Los inicios de la alianza entre las hormigas y los dinosaurios fueron humildes, pero de ella surgieron la escritura, las matemáticas, los ordenadores e incluso los viajes espaciales. Una verdadera era de las maravillas que, sin embargo, hará pagar un alto precio a la biosfera de la Tierra y a quienes dependen de ella.
Pese a todo, los dinosaurios se negarán a escuchar la advertencia de las hormigas sobre el inminente colapso ecológico, y al hacerlo dejarán a la Federación Fórmica frente a un único dilema: destruir a los dinosaurios, aniquilar una civilización... ¿o morir junto a ellos?
Todo comienza el 28 de febrero de 1930 con la muerte de la actriz Betty Winter. ¿Ha sido un accidente o fue asesinada? El comisario Gereon Rath deberá investigarlo... Su investigación lo lleva hacia el glamuroso mundo del cine, donde empieza el ascenso del sonido. Y en el camino Rath debe lidiar con productores que no ocultan su antisemitismo y con el carismático Marquard, un opositor vehemente del auge del cine sonoro. La esperada continuación de Sombras sobre Berlín, aclamada por crítica y lectores.
La canción es infinita una vez que todas las madres del mundo se ponen a cantarla. No hay rimas suficientes...
Hay familias cuya historia es, en cierto sentido, la de todo un país. O la de un siglo entero. Esto ocurre con la de los Vias desde los últimos años de las colonias americanas hasta finales del XX, atravesando la España finisecular y el declive del imperio, pero también la guerra del Rif, la República, la guerra civil y sus consecuencias, la dura posguerra, el desarrollismo de los sesenta... Esta novela se asienta sobre la memoria de la autora: son sus recuerdos y también los relatos que se contaban en su casa, los que siguen narrando para siempre, al oído, atropellándose en ocasiones, todas aquellas voces de otra época.
Un hilo invisible une tiempos, lugares y personajes enLa voz de entonces, la historia de varias generaciones de Vias marcadas por sus mujeres, las madres que, con su fuerza irreductible, alumbraron a la familia para llegar hasta los albores del siglo XXI.
En la campiña holandesa, en un pueblo donde nunca pasa ni nadie, un veterinario rural cumple con otra visita rutinaria a la granja vecina. Es el inicio de un verano asfixiante en el que corren rumores de una enfermedad bovina que se extiende por la zona, pero él solo tiene ojos para la hija pequeña del ganadero, que pasa los días de vacaciones jugando en la casa familiar. Nadie sospecharía lo mucho que ambos pueden tener en común, la sensibilidad y el dolor que conecta sus destinos. Nadie excepto él, que sabe que, desde ese momento, su vida solo existe a su lado.
Hay grandes historias en la literatura, igual que hay grandes voces. Rijneveld pone la suya, que ya le valió el Booker International con su primer libro La inquietud de la noche, al servicio de una de estas: la reinterpretación de Lolita, la historia que definió qué consideramos amor.