Un incendio en la catedral de Turín, donde se venera la Sábana Santa, y la muerte en él de un hombre al que habían cortado la lengua, son los detonantes de una trepidante investigación policial del Departamento del Arte, capitaneado por el detective Marco Valoni. Junto a la perspicaz y atractiva historiadora Sofia Galloni y una periodista ávida de preguntas, el grupo de Valoni deberá resolver un enigma que arranca de los templarios y llega hasta la actualidad.
Una trama que tiene como nexo de unión a una élite de hombres de negocios, cultos, refinados y muy poderosos. Los investigadores no cejarán en su empeño de demostrar que los sucesos de la catedral están conectados con la Sábana Santa y con las vicisitudes que ha vivido a lo largo de la historia, desde Jesucristo al antiguo imperio bizantino, la nueva Turquía, la Francia de Felipe el Hermoso, España, Portugal y Escocia...
La obra de Krynicki está fuertemente marcada por su activismo político, que hizo que sus poemas estuvieran prohibidos en Polonia entre los años 1976 y 1980. «Piedra, escarcha» es el primero de sus libros que se traduce íntegramente al castellano y una pieza especial en su producción, pues documenta sentido de la distancia inédito en sus trabajos anteriores.Hay en este volumen testimonios de una escucha continua: el autor capta del lenguaje el ruido, los recién llegados, la suciedad y los crujidos. La sensación constante de difuminar la frontera entre el sueño y la vigilia, la vida y la muerte, la mirada al pasado profundo, los diálogos con los muertos.
Sin tierra a la vista es el último poemario que Simic vio publicado en vida, y el primero que se traduce al castellano de manera póstuma. El autor reflexiona con su sagacidad y divertido escepticismo sobre los fantasmas que nos acechan, y repasa los placeres y las pérdidas de toda una vida.
El Simic que habla aquí se siente claramente próximo a la muerte: ya tiene la vista puesta en la otra orilla, en el «barquito» que lo llevará hacia el final (y al que dedica el poema que clausura este libro, cuatro versos breves amparados bajo el título «El viento ha muerto»). Un Simic que nos pide escuchar con atención el pálpito de la Tierra, del corazón mismo, encontrar la belleza y la tragedia en lo inesperado, profundizar en los momentos fugaces de la vida moderna...
Sin tierra a la vista es un testimonio de todo lo que dejamos atrás y, al mismo tiempo, nos subyuga.