Ahí, al otro lado, en el camino, escucha la lengua secretos que yo no debo conocer y los transmite a otros que no quieren oírlos. ¿Por qué no se quedó conmigo, al margen, por qué se separó de mí? Está en el vacío. El vacío es el camino. Y yo me encuentro incluso al margen del vacío.¿Cómo consigo que todas estas palabras mías digan algo que pueda decirnos algo? No con el mero hecho de que yo hable. Es que no puedo hablar.*Existe una profunda relación entre la cita y los muertos. A través de ella se establece un misterioso diálogo entre vivos y muertos. Todo le es propio y, al mismo tiempo, ajeno. La cita apuntala y refuerza y, por tanto, hace aparecer no solo lo citado sino también al citado, lo hace comparecer.
Montse, Julia y Juana son tres amigas españolas que residen en Londres. Para olvidarse de su estresante día a día (y para ayudar a que Montse supere la ruptura con un novio traicionero), escapan de viaje de chicas a Edimburgo.
Las mágicas tierras escocesas las sorprenderán más de lo que esperaban y cambiarán el rumbo que tenían planificado por uno mucho más tentador. Y, aunque allí donde van a ir a parar no tendrán ni crema de manos ni cobertura del móvil, a cambio encontrarán un castillo, highlanders apasionados e, incluso, un eterno amor que nunca se apaga.
La polémica presentadora de radio Jordan Briggs ha conseguido ser una de las voces más famosas del país, con un estilo de lo más personal: es incapaz de contenerse y dice siempre lo que piensa, por impopular que sea, a micro abierto frente a millones de oyentes.
Cuando uno de sus oyentes, Bernie, le propone empezar un juego en directo, Jordan lo ve cómo la mejor forma de empezar la mañana y acepta, sin darse cuenta de que, sin querer, va a abrir una puerta al pasado y el juego de Bernie se va a convertir en una trampa mortal que dejará muchas víctimas en su camino.
Está claro que Bernie quiere venganza, y Jordan comprenderá que toda acción tiene sus consecuencias… La policía tiene las horas contadas para conseguir atar cabos y anticiparse a este asesino que siempre va un paso por delante.
Robert Neville es el único superviviente de una guerra bacteriológica que ha asolado el planeta y convertido al resto de la humanidad en vampiros. Su vida se ha reducido a asesinar el máximo número posible de estos seres sanguinarios durante el día, y a soportar su asedio cada noche. Para ellos, el auténtico monstruo es este hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido.
Todo un clásico en su género, éste es un perturbador relato sobre la soledad y el aislamiento y una reflexión sobre los binomios como normalidad y anormalidad, bien y mal, que se evidencian como una mera convención derivada del temor y el desconcierto ante lo diferente.
Mafalda y sus amigos son como una pequeña familia, en la que todos tienen sus roles establecidos, con sus encuentros y desencuentros, con sus ocurrencias, que siempre consiguen arrancarnos una sonrisa. Juegan y se pierten, pero también hablan de política, del colegio, de cómo harían ellos las cosas y se preguntan por qué los adultos, con todo su poder, no se mueven ni un ápice para tratar de cambiar el mundo. Y aunque con frecuencia sus preguntas incordian a los mayores, estas siguen siendo hoy de una enorme relevancia y utilidad para ayudarnos a analizar el mundo que nos rodea.
Mafalda se siente responsable del futuro de la humanidad, mientras que los adultos que la rodean solo se preocupan por banalidades. ¿Qué podemos hacer cuando las cosas van mal? ¿Quién se encarga, pues, de que todo funcione? Con su característico ingenio y sus siempre numerosas preguntas, que a menudo irritan y desbordan a todos aquellos que la rodean, nuestra pequeña indignada se plantea los asuntos que nos competen a todos y comparte sus inesperadas y contundentes reflexiones sobre el mundo, que, quizá hoy más que nunca, no dejan de interpelarnos.
«¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?».
La crítica ha dicho...«Quino, el grande Quino, seguirá vivo en su Mafalda, que nos enseñó que, como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante.»Héctor Abad Faciolince
«Nunca he amado a una mujer que no haya amado previamente a Mafalda.»Manuel Jabois
«Qué importante has sido en nuestras vidas. [...] Siempre estaban tus viñetas dando sentido a los detalles absurdos de la vida y la sociedad. Cada lección era un guiño de risa silenciosa que se volvía carcajada y suspiro, filosofía pura, crítica social, lenguaje de gestos expresivos y pequeños detalles, el humor más refinado concentrado en los dibujos. Qué gran compañero has sido.