25 de noviembre de 1506. Un tipógrafo aparece muerto de forma violenta en una imprenta de Salamanca. El taller está revuelto y han desaparecido varios originales del célebre humanista Antonio de Nebrija. Este le encarga a su antiguo alumno, el pesquisidor Fernando de Rojas, que averigüe quién mató al cajista y recupere los manuscritos robados. La tarea no va a ser fácil, pues Nebrija cuenta con muchos detractores dentro del Estudio salmantino por sus numerosos enfrentamientos con otros catedráticos. Para colmo, el humanista será objeto de un proceso inquisitorial por haber osado enmendar la traducción latina de la Biblia. Esto hará que Rojas tenga que defenderlo ante el Santo Tribunal y plantar cara a los enemigos de la imprenta y de las nuevas ideas.
Ambientada en el fascinante mundo de las imprentas y librerías de comienzos del siglo XVI, con ella su autor ha querido rendir un apasionado homenaje al maestro Nebrija, haciendo de él un personaje inolvidable que seducirá a todo tipo de lectores.
Ulises tiene trece años y acaba de fichar por el Barça, así que se instala en La Masia, donde espera poder alcanzar el sueño de convertirse en jugador profesional. A partir de ese momento, la ilusión de su vida se transforma en una pesadilla, presa de un entorno masculino en el que impera la ley del más fuerte y donde se sobrevive a base de esconder las lágrimas.
Escrito con una prosa quirúrgica e incisiva, Triunfador es un libro que cuestiona los valores depredadores sobre los que se fundamentan el deporte de élite y algunos de los pilares de nuestra sociedad.
Paul Auster fue un gran tirador cuando apenas tenía diez años y, como la mayoría de los niños estadounidenses de su generación, creció jugando con pistolas de juguete e imitando a los vaqueros bien armados de las películas del Oeste. Pero también sabe cómo las familias pueden quedar destrozadas como consecuencia de la violencia: su abuela disparó y mató a su abuelo cuando su padre tenía solo seis años y su familia nunca se recuperó del todo de las consecuencias de aquel acto.
Ningún tema divide más profundamente a los estadounidenses que el debate sobre las armas. Actualmente, hay más armas que personas en Estados Unidos, y cada día más de cien estadounidenses mueren a causa de ellas y otros doscientos resultan heridos. Estos números son tan catastróficos y desproporcionados con respecto a lo que sucede en otros países del mundo, que solo cabe preguntarse por qué. «¿Por qué Estados Unidos es tan diferente y por qué somos el país más violento del mundo occidental?», escribe Auster.