SELENE Y NEIL: DOS ALMAS PERDIDAS.
INCAPACES DE SOBREVIVIR EL UNO SIN EL OTRO.
ÉL HABÍA DESTRUIDO EL CASTILLO ENCANTADO PARA CONSTRUIR UNA LOCURA ENCANTADORA.
Tras sobrevivir a duras penas al ataque de Player 2511, Selene decide volver a Detroit con su madre para empuñar las riendas de su vida y olvidar a Neil, sus ojos dorados y sus contradicciones. A pesar de darse cuenta de que lo que siente por él es algo profundo, la chica ha comprendido que Neil no es capaz de dejarse querer por nadie, y menos aún por ella, y que su alma está surcada por cicatrices indelebles que le impiden vivir con normalidad.
Sin embargo, cuando se encuentra con él al cabo de un tiempo, Selene se da cuenta de que no puede prescindir de Neil y decide quedarse a su lado, a pesar de las dificultades. El chico tiene entonces que luchar contra sí mismo y sus monstruos para tratar de corresponderla, aunque sea a su manera. Por si fuera poco, Neil se ve obligado a estar alerta porque Player 2511 sigue al acecho, determinado a tomarse la venganza. Nadie está a salvo y el miedo impera porque está en juego nada menos que la vida.
«Qué habría ocurrido si aquel día lejano de mi infancia no hubiera regresado al sótano por el mismo agujero por el que había salido de él. Tal vez la vida hubiera mantenido siempre aquel brillo o aquella fiebre».
«Hay libros que, al modo del automóvil que se salta un semáforo, se cruzan violentamente en tu existencia. Este es de los que se saltan el semáforo —explica Millás—. Me habían encargado un reportaje sobre mí mismo, de forma que comencé a seguirme. Un día me dije: “Mi padre tenía un taller de aparatos de electromedicina”. Entonces se me apareció el taller, conmigo y con mi padre dentro. Él estaba probando un bisturí eléctrico sobre un filete. De súbito, me dijo: “Fíjate, Juanjo, cauteriza la herida en el momento mismo de producirla”. Comprendí que la escritura, como el bisturí, cicatrizaba las heridas en el instante de abrirlas e intuí por qué era escritor. Acababa de ser arrollado por una novela».
Thomas Newton aterriza en Kentucky escapando de su planeta, Anthea, que ha sido devastado por las guerras nucleares y cuyos habitantes son el doble de inteligentes que los humanos. Adopta una apariencia humanoide y se pone manos a la obra para traer a sus compañeros alienígenas y salvarlos de la extinción. Pero su trabajo y la avanzada tecnología antheana que utiliza llaman la atención de Nathan Bryce, profesor de química que no tarda en presumir que Newton esconde algo bajo la superficie. A medida que Bryce y el gobierno estadounidense se vayan acercando cada vez más a su sospechoso, Newton deberá luchar por mantenerse fiel a su misión y salvar a sus congéneres de una muerte segura. Y si bien los humanos son menos avanzados que los antheanos, en ocasiones pueden ser mucho más peligrosos.