El conde Drácula es una creación literaria gestada en un espacio y tiempo concretos. El lugar de procedencia de Drácula, los Cárpatos rumanos, no fue visitado por Stoker, y los conocimientos que éste tenía acerca del país parecen provenir de las consultas a una guía de viajes y, principalmente, de las conversaciones con un supuesto profesor de origen húngaro llamado Arminius Vambery. La combinación de elementos tales como la necrofilia, la seducción de vírgenes por fuerzas sobrehumanas y diabólicas y una persistente atmósfera sexual y violenta que envuelve y atrapa de forma irresistible a quien la contempla, confieren al vampirismo literario una capacidad de influencia fuera de lo común.
Cuando Mary escribió esta historia era una jovencita de dieciocho años. En el verano de 1816 —escribió Mary en la introducción a su libro— visitamos Suiza y nos convertimos en vecinos de lord Byron. Esta vecindad dio lugar a una serie de reuniones en las que se contaban y leían historias fantásticas y de terror. En una de esas veladas, lord Byron propuso a todos sus invitados que escribieran una historia de fantasmas. Y de esta propuesta surgió Frankenstein.
Es la primera obra genuinamente desmitificadora de la tradición caballeresca y cortes por su tratamiento burlesco. Representa la primera novela moderna y la primera novela polifónica; como tal, ejerció un enorme influjo en toda la narrativa europea. Por considerarse «el mejor trabajo literario jamás escrito», encabezó la lista de las mejores obras literarias de la historia.