En La bruja blanca conociste a Lou y a Reid. En Los hijos del rey los acompañaste en un camino lleno de peligros. Ahora, ha llegado la hora de acompañarlos a la batalla final Lou lleva toda su vida huyendo. Pero ahora, después de un golpe demoledor por parte de Morgane, ha llegado el momento de volver a casa y reclamar lo que es suyo por derecho propio. Pero esta ya no es la Lou que conocían sus amigos. Ya no es la Lou que le robó el corazón a un chasseur. Una especie de oscuridad se ha instalado en ella y, esta vez, hará falta algo más que amor para espantarla. ¿Estás listo para sumergirte en el último capítulo de una de las sagas más exitosas de los últimos tiempos?
Los cotilleos de lady Whistledown no fallan nunca: una vez más, Anthony Bridgerton es el soltero más codiciado de la temporada en la alta sociedad victoriana. Pero este año, el atractivo vizconde, amante de la diversión y enemigo del compromiso, sorprende a todos y decide buscar esposa y sentar cabeza. La joya más preciada, la joven y hermosa Edwina Sheffield, es su elección natural. Pero para conseguirla ha de obtener antes la aprobación de la hermana mayor de la muchacha, Kate. Anthony comprobará que convencer a esa mujer arrogante y decidida de que ha dejado de ser un vividor no es tarea fácil. Como tampoco lo es quitársela de la cabeza cuando llega la noche.
Todos parecían divertirse en aquel baile que reunía a lo más selecto de la sociedad londinense. Todos, excepto ellos dos. Daphne, una hermosa joven agobiada por su madre, y Simon, el huraño nuevo duque de Hastings, tenían el mismo problema: la continua presión para que encontraran pareja. Al conocerse, se les ocurrió el plan perfecto: fingir un compromiso que los liberara de más agobios. Pero no sería sencillo, ya que el hermano de Daphne, amigo de Simon, no es fácil de engañar, ni tampoco lo son las avezadas damas de la alta sociedad. Aunque lo que complicará de verdad las cosas será la aparición de un elemento que no estaba previsto en este juego a dos bandas: el amor.