Para la autora del libro Silvia Araujo su deseo es que el lector logre conseguir la
ayuda emocional necesaria en estos tiempos de pandemia, donde la mayoría de las personas están propensas a caer en la depresión, el aburrimiento, el estancamiento y el desánimo.
Los recuerdos positivos sobre el ambiente donde se desarrolló su infancia cumplen varias funciones en las diferentes etapas de la vida.
Contribuyen a que la persona sienta bienestar, inculcan sentimientos de gratitud que son el portal de la alegría.
Con la llegada de la edad adulta, estos recuerdos ayudan a mantener una actitud agradable y jovial, aportando una salud física y mental.
En caso de no haber tenido una niñez como lo hubiera deseado, este libro invita al lector a ser creativo en su imaginación, originando una infancia feliz.
Marcada desde la niñez por la inmensa fortuna de su padre, la vida de Jonathan James Whalen ha sido una constante huída de una realidad que se le antoja anodina, de una historia familiar que somete su voluntad y de un listado de convenciones sociales que lo encorsetan. Y con su fuga se solaza en los mejores salvoconductos que la clase alta estadounidense de los setenta puede ofrecer: sexo, violencia y drogas; cualquier chispa que azuce la búsqueda desaforada de ese algo más real que el subidón artificial del poder y el estatus. Luego de unos años en el exilio, Whalen vuelve a casa y se encuentra con los réditos de su imperio acerero y la decadencia de un "sueño americano" transformado en pesadilla: una sociedad inequitativa, sádica, adicta al consumo y a la deificación del yo. Es entonces cuando decide emprender una travesía final para hacer frente al terror del que ha escapado durante toda su vida: él mismo.
Tras finalizar el curso escolar, el joven y único profesor del colegio rural de Tiboonda se dispone a pasar unas semanas de descanso en la civilizada Sydney para disfrutar de la costa, el mar y quizás el amor. Antes de volar hasta allí, John Grant se ve obligado a pasar una noche en Bundanyabba, localidad minera de sesenta mil almas del interior de Australia, donde lo mejor que puedes hacer es beber cerveza fría en uno de sus incontables bares a fin de sobrellevar el calor extremo. O apostar al Two-up, juego tradicional australiano que consiste en lanzar dos monedas al aire. Eso es lo que hace John Grant, que en los fatídicos días posteriores a esa noche se sumergirá en una orgía de violencia, alcohol y podredumbre que lo conducirán al límite de sus fuerzas y salud mental. Kenneth Cook debutó en 1961 con esta escalofriante novela, hoy en día considerada una obra de culto junto con su adaptación cinematográfica, sobre un hombre a la deriva en la Australia profunda.