Director de la cinemateca de Cuba y crítico de cine en su juventud, guionista de Hollywood en su madurez, Guillermo Cabrera Infante fue un apasionado cinéfilo toda su vida. El presente estuche reúne sus tres colecciones de ensayos sobre el tema: Un oficio del siglo xx, Arcadia todas las noches y Cine o sardina. En ellas brillan su espíritu lúdico y la fina ironía, que nos ayudan a comprender el sentido, el contexto y la factura del séptimo arte. De texto en texto y de mirada en mirada, Cabrera Infante repasa la obra de Orson Welles, Alfred Hitchcock, Howard Hawks, John Huston o Vincente Minnelli, así como una plétora de películas clásicas y modernas. Si el cine es el protagonista indiscutible, el crítico-escritor no deja de darle la réplica. Del diálogo entre la pantalla y la palabra surgen textos que no solo aportan una valiosa información, sino que se disfrutan como verdaderas funciones.
Novela sobre la tierra y el llano venezolanos escrita por encargo, La catira es un ejemplo sin par de la maestría técnica de Camilo José Cela.
Fruto de una larga estancia en Venezuela en 1953, de la que derivó el encargo, por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, de escribir un libro que contribuyera a promover la imagen del país en el extranjero, La catira ocupa un lugar singularísmo y en cierto modo desplazado en la trayectoria de Camilo José Cela. No solo constituye su único intento de escribir una «novela de aventuras», «una novela novelesca» y «obediente a los preceptos clásicos del género»; es además un osado intento de captar el habla y la compleja realidad de Venezuela, lo que puso a Cela en el ojo del huracán de una feroz y apasionante polémica, que marcó sus rumbos como escritor.
Un western experimental sobre el célebre duelo en el O.K. corral que retrata con sostenido brío un mundo de personajes sumidos en la violencia.
El célebre y legendario duelo de O.K. corral, en la localidad de Tombstone (Arizona), inmortalizado en decenas de películas, sirve de pretexto a Cela para escribir, contra todo pronóstico, un particularísimo western que se cuenta entre sus novelas más portentosas. El monólogo alucinado de Wendell Espana, un hombre sin apenas cultura en cuya memoria pululan infinidad de personajes y anécdotas, se traduce en una letanía de enormidades, llena de salvajismo, de violencia, de sexo, de bestialidad, en la que, sin renunciar nunca al humor, Cela da rienda suelta a su vena más transgresora y formalmente más extrema.