La cuentística de Sergio Ramírez se destaca por su peculiar sentido de lo visual: mediante un juego de perspectivas logra crear efectos y sensaciones contrapuestas en el lector. A manera de sátira social, sus cuentos narran con tono irónico los más comunes sucesos de la cultura latinoamericana.
Historias frescas, personajes y diálogos pulidos muestran el gran talento del nicaragüense y la madurez que ha alcanzado su trabajo. Escritor de ficción que transforma las preocupaciones del acontecer cotidiano y político de su país en grandes historias icónicas.
El día en que Lucía pierde su empleo como programadora informática es también el día en que su vida va a dar un giro definitivo, tal vez por una sucesión de casualidades o tal vez porque ese era el destino que le estaba esperando desde su décimo cumpleaños. Como si de un algoritmo se tratara, Lucía establece los siguientes principios sobre los que basará su existencia futura: va a dedicarse a ser taxista; recorrerá las calles de Madrid -o tal vez Pekín- al volante de su taxi mientras espera pacientemente la ocasión de llevar en él a su vecino desaparecido, del que se ha enamorado, y todos los acontecimientos importantes para ella tendrán como banda sonora, a partir de ese momento, la ópera de Puccini Turandot, de la que se siente protagonista. Lo cotidiano y lo extraordinario se entremezclan en esta novela de amor y terror protagonizada por un personaje femenino inolvidable. En ella están presentes todas las claves del universo narrativo de Millás: la ironía, el desdoblamiento del yo, las distintas facetas que componen la realidad, la soledad y la constatación de una verdad inmutable, la de que el espejo en el que miramos nuestras vidas nos devuelve, indefectiblemente, una perspectiva insólita ante la que solo cabe el más puro de los asombros.
Con Omertà, su obra póstuma, Mario Puzo logra sumergirnos por última vez en el apasionante mundo de la Mafia y concluye magistralmente el ciclo que inició con El Padrino. Omertà: código de honor siciliano que reclama unsilencio obstinado acerca de los asuntos de la Cosa Nostra. Tras toda una vida consagrada al mundo del crimen, Don Raymonde Aprile decide ceder el testigo al joven Astorre, su mano derecha. De esta manera, pretende preservar la intachable trayectoria de sus hijos, que han vivido al margen de la Mafia, y dedicarse a supervisar los bancos internacionales que posee. Sin embargo, el agente Cilke del FBI verá con recelo la jubilación de Don Aprile. Cilke está consiguiendo que algunos miembros de la organización rompan el juramento de omertà. Mientras el FBI trata de estrechar el cerco en torno a la Mafia, Astorre Viola y los Aprile se debaten entre la compasión y la venganza.