Leves amores Katherine Mansfield Mansfield, una de las voces más importantes del modernismo literario, ya había escrito más de ochenta piezas de ficción cuando tenía apenas 23 años, lo que muestra su gran productividad desde muy temprana edad. Esta edición presenta una selección de relatos (algunos de los cuales nunca habían sido traducidos al castellano, e incluso en inglés son poco conocidos) que la autora escribió cuando era todavía una niña, así como varios que quedaron inconclusos debido a su muerte prematura a los 34 años. Muchos de ellos contienen elementos autobiográficos en clave y todos llevan el sello inconfundible que la hizo célebre. Además, se dan a conocer por vez primera en español aspectos curiosos y poco conocidos de su obra, como unos aforismos que se apartan de su estilo habitual, un cuento que estuvo oculto hasta 1988 y una serie de microrrelatos que sorprenden por su vanguardismo y que revelan la capacidad de Mansfield para experimentar con nuevas formas narrativas confirmándola como una de las autoras más originales y modernas de su época.
Risa oscura es una pequeña Odisea moderna. Las llanuras del Medio Oeste, los grandes ríos, constituyen el telón de fondo de las peripecias del protagonista, John Stockton, un hombre huido de las convenciones sociales y en busca de un nuevo yo. En un mundo suspendido entre lo real y lo posible, entre el presente y la infancia, entre la biografía y la historia, se agita una constelación de personajes no resueltos, de figuras simbólicas.
Sherwood Anderson es incuestionablemente unos de los tres o cuatro titanes de las letras norteamericanas.
Risa oscura es la novela de la América del Medio Oeste, el valle del río Ohio, el Mississippi, Nueva Orleans y de la nueva libertad sexual de los años veinte. La tensión expresiva del lenguaje, la necesidad de una mayor adhesión a la vida, la urgencia de amar, de resolver el mito de la infancia y de dar por fin sentido a la propia existencia, son algunos de los temas que recorren una novela de gran intensidad, escrita en un lenguaje moderno, directo y esencial.
Escrita en forma de epístolas, esta novela narra la vida y la muerte de Adriano, emperador del Imperio romano en el siglo II, quien tal vez fue uno de los últimos espíritus libres de la Antigüedad. En sus cartas, dirigidas a su primo y sucesor, marco Aurelio, el emperador hace memoria de sus triunfos, de sus éxitos militares y políticos, pero también reflexiona acerca del arte y del amor.
La minuciosidad y precisión del retrato de Yourcenar, junto con el detalle de pensamiento de la época y todos los temas que envuelven al ser humano, así como el maravilloso estilo de la autora, han convertido a Memorias de Adriano en un hito del género de la narrativa histórica y descubrió al mundo a una auténtica maestra del arte narrativo. A esto se suma, además, en esta edición, la espléndida traducción de Julio Cortázar,
Rigodón es, en pocas palabras, la historia patética de un hombre a la deriva...; el relato del viaje de Céline por Alemania en 1944, pocos meses antes del final de la Segunda Guerra Mundial, en un intento de llegar a Dinamarca, a Sigmaringen, donde se esconde el gobierno de Vichy. Lo acompañan el actor Robert Le Vigan, su esposa Lucette y su gato Bébert, y juntos pretenden recuperar el oro enterrado en el jardín de una amiga bailarina. Y, entretanto, con ricas descripciones de incendios y escombros, Céline entreteje vivencias y pensamientos: el desprecio por su editorial, las visitas inoportunas, su resentimiento por el encarcelamiento en Dinamarca y su punto de vista sobre los acontecimientos que se suceden a su alrededor. Publicada póstumamente, en 1969, Rigodón, libro al que Céline consagró los últimos meses de su vida, es la tercera y última parte de la autobiografía iniciada en 1957 con la sombría y alucinante fantasmagoría De un castillo a otro, a la que siguió Norte, novela de páginas enloquecidas y dantescas, publicadas ambas en esta misma colección.
Tras una muerte que podría calificarse de libresca, atropellada mientras hojeaba un volumen de Emily Dickinson, una profesora de la Universidad de Cambridge es la destinataria póstuma de un ejemplar de La línea de sombra, de Joseph Conrad. El insólito libro está cubierto de cemento y va a parar a las manos del compañero argentino de departamento que ha asumido las clases de la desdichada Bluma Lennon. Intrigado por el extraño paquete, que proviene de Uruguay, el narrador inicia una pesquisa que lo llevará de vuelta a su continente para ir descubriendo poco a poco qué relaciones azarosas unen la muerte de su colega, el ejemplar encementado y la estela de un misterioso coleccionista de libros consumido por su pasión.
Recuperamos esta nouvelle letraherida y encantadora –publicada por primera vez, con inmenso éxito, hace más de veinte años y traducida desde entonces a más de veinte lenguas– que atrapará a toda alma bibliófila que se precie.
El gran Gatsby, publicada en 1925, ha sido considerada en numerosas ocasiones la mejor novela norteamericana del siglo xx. La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island en los años veinte del pasado siglo y retrata de una manera brillante esos locos años de las fiestas, el jazz y el desenfreno previos a la Gran Depresión. Nick Carraway deja el Medio Oeste y llega a Nueva York en la primavera de 1922, una época de relajamiento moral y contrabando, en la que la bolsa sube como la espuma. Nick, que busca su propia versión del sueño americano, tiene como vecino a un misterioso millonario, Jay Gatsby, muy popular por sus impresionantes fiestas. Al otro lado de la bahía viven Daisy y su mujeriego marido, Tom Buchanan.