CARLOS MAYORAL PARA LIBROTEA: "No podía faltar la conversación alcohólica por excelencia, esa que se origina en cualquier bar del mundo (en este caso, en “La Catedral”) y que permite divagar por cualquier argumento, saltándose cualquier límite. Como ejemplo tenemos aquí a Zavalita, uno de los personajes de esta gran novela de Mario Vargas Llosa, que comienza preguntándose “en qué momento se había jodido el Perú”… como se jodieron tantas cosas."
Conversación en La Catedral es algo más que un hito en el derrotero literario del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa: es un punto de referencia insoslayable, un dato fijo en la historia de la literatura actual.
Zavalita y el zambo Ambrosio conversan en La Catedral. Estamos en Perú, durante el «ochenio» dictatorial del general Manuel A. Odría. Unas cuantas cervezas y un río de palabras en libertad para responder a la palabra amordazada por la dictadura.
Conversación en La Catedral (1969) no es, sin embargo, una novela histórica. Sus personajes, las historias que éstos cuentan, los fragmentos que van encajando, conforman la descripción minuciosa de un envilecimiento colectivo, el repaso de todos los caminos que hacen desembocar a un pueblo entero en la frustración.
Conversación en La Catedral es una cruda radiografía del envilecimiento y la frustración de la sociedad peruana bajo la presión de un poder dictatorial.
DESCUBRE EL MUNDO DE CINCUENTA SOMBRAS DE GREY A TRAVÉS DE LOS OJOS DE CHRISTIAN GREY. CHRISTIAN necesita tenerlo todo bajo control. Su mundo es puro orden y disciplina aunque, en el fondo, está vacío... hasta el día en que Anastasia Steele aterriza de bruces en su despacho, hecha una maraña de largo pelo castaño y esbeltas piernas. Él intenta olvidarla pero, muy al contrario, se ve inmerso en una tormenta de emociones que no consigue controlar y a la que no puede resistirse. A diferencia de todas las mujeres que ha conocido, la tímida e inexperta Ana parece capaz de ver más allá del exitoso empresario y la lujosa vida que le rodea, y descubrir el corazón frío y lastimado de Christian. ¿Logrará su relación con Ana disipar las pesadillas que le acechan todas las noches? ¿O serán sus oscuros impulsos sexuales, su obsesión por el control y el desprecio hacia sí mismo los que alejarán a la joven y destruirán la frágil esperanza que ella le ofrece?
Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para....¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma.¡Qué bien! «Dondequiera que haya niños -dice Novalis-, existe una edad de oro.» Pues por esa edad de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del poeta, y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo sería no tener que abandonarla nunca. ¡Isla de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños; siempre te halle yo en mi vida, mar de duelo; y que tu brisa me dé su lira, alta y, a veces, sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer! EL POETA, Madrid,1914.