«Vivimos en un mundo donde mujeres excepcionales tienen que quedarse sentadas esperando a hombres mediocres».
Cuando Carrie se retira del tenis, es la mejor jugadora que el mundo ha visto jamás. Ha batido todos los récords y ha conseguido veinte títulos de Grand Slam. Y si le preguntas, se merece cada uno de ellos. Lo ha sacrificado casi todo para convertirse en la mejor, con su padre como entrenador.
Pero seis años después de retirarse, Carrie se encuentra en las gradas del US Open de 1994, viendo cómo una tenista británica brutal e impresionante llamada Nicki Chan le arrebata el récord.
Con treinta y siete años, Carrie toma la decisión de salir de su retiro para entrenar con su padre un último año, con la intención de recuperar su récord. Aunque la prensa deportiva le ponga nombres desagradables.
Taylor Jenkins Reid nos cuenta la historia de una noche inolvidable (para bien y para mal) en la vida de una familia; la noche en que cada uno de ellos deberá decidir qué secretos seguir guardando para sí mismos, qué cosas están dispuestos a soltar y qué van a dejar atrás.
Malibú: agosto de 1983. Como cada año, ha llegado el día de la fiesta de final de verano organizada por Nina Riva, y la expectación es máxima. Todo el mundo quiere estar cerca de los famosos hermanos Riva: Nina, la talentosa surfista y supermodelo; Jay y Hud, un campeón del surf y un conocido fotógrafo respectivamente; y la adorada Kit, la más joven de la familia. Los cuatro hermanos despiertan auténtica fascinación tanto en Malibú como en el resto del mundo, especialmente por ser los descendientes del legendario cantante Mick Riva.
La única persona que no está ansiosa por que llegue la fiesta es la propia Nina, que nunca quiso ser el centro de atención y que acaba de ser públicamente abandonada por su marido, un jugador de tenis profesional. Y quizás tampoco Hud, porque hace demasiado tiempo que debería haberle confesado algo a su inseparable hermano.
Mi vida estaba compuesta de brillantes mentiras, pero de la decadencia surgió la muerte. Y como un fénix llameante, ahora debo alzarme de entre mis cenizas y aprender a utilizar mi poder. Porque ya no estoy en ninguna jaula y soy libre de escapar del reino helado en el que me han mantenido presa.
Sin embargo, el mundo no me lo permite. Es lo que sucede cuando te opones a un monarca: su gente se opone a ti.
Por fortuna, tengo a otro rey de mi lado. No obstante, incluso con el temible Slade Ravinger apoyándome, los otros regentes están decididos a acabar conmigo. De modo que lucharé por él, y él matará por mí...