Clemens Brentano (Ehrenbreitstein, 1778-Aschaffenburg, 1842), autor de una amplia obra literaria entre la que, tanto por su originalidad como por su interés en rescatar historias y leyendas populares, sobresale su obra narrativa, fue uno de los máximos exponentes del llamado círculo de Heidelberg y uno de los más importantes escritores del romanticismo alemán. "Gockel, Hinkel y Gackeleia" se contó entre los escritos más apreciados y valorados por su autor, como demuestra que fuera no solo la única narración cuya publicación autorizara en vida, sino también que regresara a ella años después de su escritura para ampliarla incluyendo sus experiencias personales y su enorme bagaje cultural y religioso. Además, se trata de una obra que permitirá a los lectores conocer la faceta lírica de Brentano, ya que en ella se encuentran distintos poemas que atestiguan su ingenio para el género.
Con la presente edición de "Doña Preocupación", primera novela de Suddermann, recuperamos uno de los autores más injustamente olvidados de la literatura alemana. La obra, basada en parte en sus propias experiencias de infancia y juventud, refleja temas y motivos fundamentales de su época, como el determinismo, plasmado en su (anti)héroe, Paul, el papel de la Iglesia, el especulacionismo y el capitalismo, los conflictos familiares, la posición social de la mujer o los conceptos del deber y de la honra, que quedan entretejidos a lo largo de una trama que el autor conduce hacia un desenlace esperanzador.
En todo cuanto tiene que ver con "El Egoísta" perderíamos el hilo de la narración si no recordáramos que se trata de una comedia, no de una tragedia, y que es precisamente el espíritu cómico lo que permite a George Meredith reproducir, sin el riesgo inherente a una exposición histórica que pretende ser fiel a los hechos, «las estructuras elementales del parentesco» de las que depende toda la trama de la novela. Que el espíritu cómico, sin embargo, representara solo a medias las intenciones del autor, como Meredith le había confesado a Stevenson al terminar de escribir la novela, sugiere que la otra mitad suponía, al menos, una amenaza latente en la narración.
"Los días felices" es una pieza clave en el teatro de Beckett, que, continuando el proceso de depuración escénica de sus obras precedentes, presenta también características fundamentales de sus piezas posteriores. Winnie, torturada por una luz cegadora y semienterrada en un montículo calcinado, se arropa en un ritual de gestos cotidianos y encuentra siempre motivos, por insignificantes que éstos sean, para considerar sus días felices.
La vida se portó mejor con Kafka después de su muerte. Su éxito póstumo creció con rapidez y ya en los años 60 del pasado siglo tomó por asalto las más altas cumbres. Kafka, el marginado, se convirtió en una estrella literaria cuya popularidad es hoy difícil de superar. A modo de etiqueta se inventó la palabra "kafkiano" para referirse a algo inquietante, quizá incluso absurdo, que acaba por escaparse a toda posibilidad sensata de intentar comprenderlo. Kafka supo transmitirnos una experiencia fundamental de nuestra vida moderna: que lo sencillo puede ser enormemente complicado.
Seis mujeres, vecinas de un mismo bloque, están a la espera de algo. Cada una aguarda cosas distintas, pero para todas se trata de una espera relacionada con lo sentimental. En el 1.° B vive desde hace dos semanas Amelia, una periodista de veintinueve años con trabajo y pareja. Su vida da un giro radical cuando la despiden y su novio decide irse a trabajar una temporada a Washington. En plena crisis vital, Amelia conoce a sus nuevas vecinas. Juntas ponen en marcha una tertulia de radio en la azotea del edificio para contarse su día a día al tiempo que intentan ayudar a Agustina, la mayor de todas ellas, a recuperar su casa de toda la vida.