En el París de los años 20, un veterano recibe la misión de encontrar a un soldado desaparecido durante la Primera Guerra Mundial. En los ojos de la madre reconoce el destello de loca esperanza de quien ha perdido a alguien, pero también sabe que ha buscado rastros de muchos soldados barridos por el conflicto y hasta ahora no ha encontrado a ninguno: a pesar de todo, sigue haciéndolo porque es la única manera que ha encontrado de perdonarse a sí mismo por seguir entre los vivos. En busca de Émile se adentrará en los campos de batalla, ahora fríos, e interrogará a exsoldados y testigos que solo buscan olvidar.
Don Quijote de la Mancha es la obra maestra de la literatura en español y está considerada la primera novela moderna. Esta cuidada adaptación del texto, a cargo de Javier Sáez de Ibarra, se mantiene fiel al argumento y facilita una lectura amena de esta cumbre de las letras universales.
Los dibujos de Ricardo Cavolo juegan con los márgenes de las páginas y recrean con vibrante colorido las escenas más emblemáticas de cada capítulo, colmándolas de sugerencias en una bella edición ilustrada que ahonda en el espíritu popular y divertido del inolvidable clásico de Miguel de Cervantes.
Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato. Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.