At the dawn of their adolescence, on the eve of the summer solstice, four young girls–Helena, Leonie, Niamh and Elle–took the oath to join Her Majesty’s Royal Coven, established by Queen Elizabeth I as a covert government department. Now, decades later, the witch community is still reeling from a civil war and Helena is the reigning High Priestess of the organization. Yet Helena is the only one of her friend group still enmeshed in the stale bureaucracy of HMRC. Elle is trying to pretend she’s a normal housewife, and Niamh has become a country vet, using her powers to heal sick animals. In what Helena perceives as the deepest betrayal, Leonie has defected to start her own more inclusive and intersectional coven, Diaspora. And now Helena has a bigger problem. A young warlock of extraordinary capabilities has been captured by authorities and seems to threaten the very existence of HMRC. With conflicting beliefs over the best course of action, the four friends must decide where their loyalties lie: with preserving tradition, or doing what is right.
Lily no siempre lo ha tenido fácil, pero ha recorrido un largo camino para llegar donde está ahora. Su vida comienza a cambiar el día que Ryle Kincaid, un extraordinario neurocirujano, se fija en ella. Todo en él parece perfecto, salvo su completa aversión a las relaciones, así que cuando Lily se da cuenta de que ella es la excepción a su regla de «no tener citas», no puede evitar preguntarse por qué ha tomado esa decisión.
A medida que las preguntas sobre su relación la asaltan, también lo hacen los pensamientos sobre Atlas Corrigan, su primer amor y un vínculo con el pasado que dejó atrás. Él era su alma gemela, su protector. Cuando Atlas reaparece repentinamente y Ryle comienza a mostrar su verdadera cara, todo lo que Lily ha construido con él se ve amenazado.
Cuatro destinos. Dos misiones. Una mujer. Vuelve a sumergirte en un tiempo inolvidable junto a la protagonista de El tiempo entre costuras.
La segunda gran guerra llega a su fin y el mundo emprende una tortuosa reconstrucción. A pesar de que Sira afronta el futuro con ansias de serenidad. No lo logrará, sin embargo. El destino le tendrá preparada una trágica desventura que la obligará a reinventarse, tomar sola las riendas de su vida y luchar con garra para encauzar el porvenir.
Entre hechos históricos que marcarán una época, Jerusalén, Londres, Madrid y Tánger serán los escenarios por los que transite. En ellos afrontará desgarros y reencuentros, cometidos arriesgados y la experiencia de la maternidad.
Sira Bonnard —antes Arish Agoriuq, antes Sira Quiroga— ya no es la inocente costurera que nos deslumbró entre patrones y mensajes clandestinos, pero su atractivo permanece intacto.