Risa oscura es una pequeña Odisea moderna. Las llanuras del Medio Oeste, los grandes ríos, constituyen el telón de fondo de las peripecias del protagonista, John Stockton, un hombre huido de las convenciones sociales y en busca de un nuevo yo. En un mundo suspendido entre lo real y lo posible, entre el presente y la infancia, entre la biografía y la historia, se agita una constelación de personajes no resueltos, de figuras simbólicas.
Sherwood Anderson es incuestionablemente unos de los tres o cuatro titanes de las letras norteamericanas.
Risa oscura es la novela de la América del Medio Oeste, el valle del río Ohio, el Mississippi, Nueva Orleans y de la nueva libertad sexual de los años veinte. La tensión expresiva del lenguaje, la necesidad de una mayor adhesión a la vida, la urgencia de amar, de resolver el mito de la infancia y de dar por fin sentido a la propia existencia, son algunos de los temas que recorren una novela de gran intensidad, escrita en un lenguaje moderno, directo y esencial.
Rigodón es, en pocas palabras, la historia patética de un hombre a la deriva...; el relato del viaje de Céline por Alemania en 1944, pocos meses antes del final de la Segunda Guerra Mundial, en un intento de llegar a Dinamarca, a Sigmaringen, donde se esconde el gobierno de Vichy. Lo acompañan el actor Robert Le Vigan, su esposa Lucette y su gato Bébert, y juntos pretenden recuperar el oro enterrado en el jardín de una amiga bailarina. Y, entretanto, con ricas descripciones de incendios y escombros, Céline entreteje vivencias y pensamientos: el desprecio por su editorial, las visitas inoportunas, su resentimiento por el encarcelamiento en Dinamarca y su punto de vista sobre los acontecimientos que se suceden a su alrededor. Publicada póstumamente, en 1969, Rigodón, libro al que Céline consagró los últimos meses de su vida, es la tercera y última parte de la autobiografía iniciada en 1957 con la sombría y alucinante fantasmagoría De un castillo a otro, a la que siguió Norte, novela de páginas enloquecidas y dantescas, publicadas ambas en esta misma colección.
Tras una muerte que podría calificarse de libresca, atropellada mientras hojeaba un volumen de Emily Dickinson, una profesora de la Universidad de Cambridge es la destinataria póstuma de un ejemplar de La línea de sombra, de Joseph Conrad. El insólito libro está cubierto de cemento y va a parar a las manos del compañero argentino de departamento que ha asumido las clases de la desdichada Bluma Lennon. Intrigado por el extraño paquete, que proviene de Uruguay, el narrador inicia una pesquisa que lo llevará de vuelta a su continente para ir descubriendo poco a poco qué relaciones azarosas unen la muerte de su colega, el ejemplar encementado y la estela de un misterioso coleccionista de libros consumido por su pasión.
Recuperamos esta nouvelle letraherida y encantadora –publicada por primera vez, con inmenso éxito, hace más de veinte años y traducida desde entonces a más de veinte lenguas– que atrapará a toda alma bibliófila que se precie.