Este segundo volumen que recoge las venturas y desventuras de Maqroll el Gaviero se inicia con Amirbar, que recibe su título de una mina situada en un lugar recóndito de la cordillera colombiana, llamada así por el quejido que el aire produce al entrar en sus grutas. El Gaviero ha abandonado los mares para buscar allí fortuna, pero no encuentra nada más que soledad, ansiedad y delirio. El silbido del viento le trae la llamada del mar, que lo reclama como una más de sus criaturas. En Abdul Bashur, soñador de navíos abandonamos por un momento a Maqroll para conocer al amigo fiel con el que comparte, del Caribe al Mediterráneo, sus empresas y viajes. El marino libanés tiene un anhelo: encontrar el barco ideal, y en esta búsqueda imposible llegará al cumplimiento de su fatal destino. Tríptico de mar y tierra es el broche con el que Mutis cierra el ciclo dedicado a las andanzas de Maqroll. En él se concentran tres narraciones breves, sendas experiencias en la vida del Gaviero que le revelaron regiones del alma hasta entonces para él desconocidas y en las que, muy a su pesar, o a pesar de sí mismo, había estado navegando sin saberlo.
En el centenario de su nacimiento, Alfaguara recupera la magistral saga novelística y obra cumbre de uno de los escritores hispanoamericanos más importantes del siglo XX, admirado por Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Octavio Paz, Héctor Abad Faciolince y Piedad Bonnett.
Una chica ha matado a su novio con la ayuda de su madre. Es verano y el calor aprieta en la costa de Almería mientras pasean su cadáver en una silla de ruedas. Tomando el sol y bebiendo cócteles en garitos de playa acompañadas del muerto, la hija llama insistentemente al juez que tal vez podría instruir su caso para ponerle las cosas fáciles: son culpables y está dispuesta a contarle con todo detalle cómo lo han matado y por qué. Pero el juez no contesta y salta el buzón de voz.
La premiada dramaturga y poeta Carla Nyman debuta en la novela con este delirio almodovariano, un machetazo revestido de risa histérica que lanza bruscos interrogantes sobre el deseo, la feminidad, los celos y el amor.
Los relatos aquí reunidos son lo que podríamos llamar «cuentos escogidos», y si algo tienen en común es que no son de este planeta. Literalmente. Pues están ambientados en desopilantemente absurdos rincones de la galaxia. Con un humor y una imaginación que no se detienen ante nada ni nadie, Laura Fernández reinventa nuestro mundo desde otros infinitos mundos poblados por famosos detectives mutantes, periodistas fantasma, dinosaurios oficinistas, autodirigibles que hablan más de la cuenta, limoneros que no son exactamente lo que parecen y habitantes de otros planetas que podrían habitar perfectamente éste.
Él es adicto al alcohol. Ella, al sexo… Así que mantenerse sobrio no es más que la mitad de la batalla.
«Se acabó el sexo».
Estas son las palabras a las que más teme Lily Calloway, pero Loren Hale está decidido a seguir con ella sin alimentar sus adicciones. Ahora que viven juntos de verdad, que duermen en la misma cama, Lily se enfrenta a nuevas batallas…, como la de no abalanzarse sobre Loren cada noche, o no dejarse consumir por el sexo ni por su cuerpo.
Loren piensa mantenerse alejado de la bebida para reparar todos sus errores, así que, cuando alguien amenaza con revelar el secreto de Lily a su familia y al público, se promete que hará cualquier cosa por protegerla. Sin embargo, ahora que salen a la luz viejos enemigos, se juega algo más que su sobriedad: atormentarán a Lily hasta que él se derrumbe.
Pero su mayor miedo no es una recaída, sino lo único que lo cambiaría todo.
Dos palabras: «Hemos terminado».
¿Cómo sobrevivir a un mundo en el que Loren deba estar alejado de Lily?
En una época en que la fotografía llegó para atajar el tiempo y los ríos de petróleo manaban como un milagro oscuro de la tierra, Alejandro Plata, un inspector de obras férreas, desaparece cerca del puerto del Cacique. Su hermano y su madre lo buscan en distintos tiempos. Su amante lo aguarda por años. Y, en el trasegar de la búsqueda y a la espera del reencuentro, desembarcan en Colombia el progreso y la explotación petrolera, que no solo violenta las aguas y las tierras, sino que suma desigualdad e indignación al caos social del país.
En esta extraordinaria novela polifónica, un viaje alucinante por los rincones de Colombia, Daniel Ferreira nos empuja a descifrar este lugar y su tragedia de hijos desaparecidos, y nos prueba que lo poderoso y permanente es la naturaleza, y lo fugaz y frágil es lo humano.
En noviembre de 2015, el narrador, un periodista de formación científica, ha acudido a París para cubrir una cumbre sobre el clima pocos días después de los atentados yihadistas. La crisis que planea en el sombrío ambiente de la ciudad parece un espejo de una crisis más íntima: la que atraviesa la relación que mantiene con su compañera, Lorenza. Y en busca de un sentido a todo lo que está viviendo, a sus miedos y a sus dudas, mientras prepara un libro sobre los efectos radiactivos de la bomba atómica se encuentra con personajes que serán más relevantes de lo que sospecha: un amigo recién separado, un climatólogo experto en nubes, una reportera en zonas de conflicto o un sacerdote que ha encontrado la felicidad donde nunca lo hubiera imaginado. Una de las cosas que casualmente descubrirá es que, en caso de una gran catástrofe mundial, Tasmania es uno de los mejores lugares donde refugiarse. Pero su crisis, decididamente, no es solo suya: es la de todos nosotros, la de nuestra vida tal como la conocemos y la del planeta.