Un gélido jueves de enero de 2008, en un hospital de Reikiavik, el doctor Stoltz colocaba un alfil en la mano vencida de Bobby Fischer, quien fuera el mejor ajedrecista del mundo, para que, al apretar en ella la pieza, las venas de su brazo se hincharan y así poder inyectarle una dosis compasiva de morfina. Aunque, en realidad, esta narración arranca más de cuarenta años atrás, con un Bobby Fischer admirado por todo el mundo que visita Cuba en 1966 para disputar un torneo, y entrelaza dos historias de amor, dos pasiones vividas con una revolución como telón de fondo. La de Miriam, que a sus catorce años tiene un breve e intenso romance con el ajedrecista, y la de un misterioso cubano de origen polaco que cae rendido a los pies de la madre del gran maestro diez años antes. Dos pasiones amorosas en dos momentos históricos de Cuba, aquella que floreció al calor de los casinos y la industria del turismo que comandaban los gánsteres desde Florida, y la que quedó después de que la Revolución arrasara el espejismo capitalista. Mayra Montero recrea con maestría dos épocas de una ciudad, La Habana, que ya ha desaparecido.
Remi Evans y Asher Hall nunca se habrían encontrado en un concurso como TRICKSTER si ella no necesitara el dinero para salvar a su padre.
Él, para evitar la cárcel.
No deberían confiar el uno en el otro, pero no tendrán más remedio que unirse si quieren superar la prueba que les llevará a la victoria.
Asher ganará si Remi renuncia.
Remi ganará si Asher se enamora de ella.
Y la única manera de conseguirlo es fingiendo.
¿Qué pasará cuando tengan que decidir entre el amor y el premio?
En un mundo corrupto, el amor es su salvación.
«Líneas firmes. Hombros anchos. Ojos azules, un azul ardiente. Es un hombre aparentemente frío, pero hay algo arde bajo la superficie. Algo que lleva demasiado tiempo cubierto por una capa de hielo. Y quiero verlo derretirse».
Gianna se ríe demasiado fuerte, su ropa es demasiado ajustada y sus tacones demasiado altos. Pero lo que nadie sabe es que todo eso es solo un disfraz para ocultar sus ataques de pánico.
Con un corazón de piedra, fama de corrupto, y una tendencia problemática al control y al número tres, Allister es un agente del FBI que nunca ha sentido la tentación de desviarse de su camino… hasta ahora.
Ambos saben que no tienen manera de ganar, que un final feliz no está en sus cartas pero, a veces, ni los mejores jugadores saben cuándo dejar de apostar.