Todo arranca de un recuerdo: una soleada mañana de mayo de 1992, en un pequeño apartamento de Berlín donde reinan los libros, las solicitudes de prestaciones sociales, las fotos en blanco y negro que empieza a hacer y un primer ordenador. Julia, universitaria, recibe una llamada de Stephan, el chico con el que sale, urgiéndola a verse. A partir de ahí, Julia viaja adelante y atrás en el tiempo, para narrar no solo su vida sino la de las generaciones que la precedieron, en particular la de las matriarcas de la familia. Como la de su madre, una actriz de carácter inestable que llevó a sus hijas (entre ellas, Julia y su hermana gemela) desde el Berlín Oriental al Occidental, primero al centro de acogida de emergencia de Marienfelde y después a Schleswig-Holstein; pero a los trece años Julia dejó la caótica granja en la que vivían y se trasladó sola a Berlín. Gracias a ayudas sociales y a las casas en las que limpia, puede ir al instituto. Entretanto, conoce a su padre e inmediatamente lo pierde; para entonces, Julia ya sabe que ha crecido en una familia extraña, y que ella misma es tan extraña como los mundos que la rodean. Entre otros, el mundo de Stephan, su gran amor. Ese Stephan que llama ahora con apremio.
El mar hospital es el mar aeropuerto es una selección deá poemas de Mariano Peyrou que, en palabras del autor, abordan, de un modo más o menos directo pero siempre emotivo, la experiencia del exilio. Se exploran aquí la vida fantasma que surge cuando uno se traslada de país durante la infancia y la sensación de provisionalidad y falta de solidez con que marca esa profunda experiencia. El volumen se completa con unas "Notas sobre el exilio y la escritura" que, a modo de breves iluminaciones, nos permiten entender algo mejor tanto la condición de los exiliados como la de los escritores.
Ramón Fortuna es un adolescente de quince años que no llegó a conocer a su padre, pero que ha crecido sobreprotegido por cuatro mujeres: su madre de verdad y las postizas. Al verse envuelto en la muerte de varias personas, es ingresado en una institución hasta que se aclaren los hechos. Poco a poco va descubriendo que todo lo que le habían contado sobre su familia era mentira. En vez de tratar de demostrar su inocencia, su nuevo objetivo en la vida va a ser librarse de la red de engaños que no le deja ver quién es en realidad.
En El otro barrio, Elvira Lindo hace gala de sensibilidad para relatar el día a día –solo a veces dramático– de la vida de un barrio en el que convive la marginalidad más desgarrada con jóvenes que disfrutan, sufren, aman y, sobre todo, esperan tiempos mejores.
El verdadero periodismo es aquello que nadie quiere que se publique.
Una novela que bajo la apariencia de una comedia de costumbres, ofrece un thriller con poco o nada que envidiar a los mejores del mercado. A partir de la «excusa» de la investigación del asesinato de una joven sin familia, se hace una disección, tan irónica como implacable de nuestro mundo contemporáneo, en concreto de la alta sociedad, de las luchas de poder en los medios de comunicación y de las cloacas de la superficie.
En una fría noche de noviembre, Guido Brunetti recibe una llamada de su colega, el ispettore Vianello, alertándole de que se ha visto una mano en uno de los canales de Venecia. Pronto se encuentra el cuerpo y se asigna a Brunetti la investigación del asesinato de este inmigrante indocumentado. Dado que no existe un registro oficial de la presencia del hombre en Venecia, se ve obligado a utilizar fuentes de información mucho más suculentas en la ciudad: los chismes y los recuerdos de las personas que conocieron a la víctima. Curiosamente, había estado viviendo en una pequeña casa en los terrenos de un palazzo propiedad de un profesor universitario, en el que Brunetti descubre libros que revelan el interés de la víctima por el budismo, los revolucionarios Tigres Tamiles y la última cosecha de terroristas políticos italianos, activos en la década de los ochenta.
Lynette está peligrosamente cansada. Entre cuidar a su hermano discapacitado, estudiar y trabajar, hay días en los que quiere tirar la toalla. Pero tiene un sueño que la motiva a seguir adelante y que, después de años de esfuerzo, está al alcance de su mano: comprar la modesta casa en la periferia de Portland donde vive con su familia. Es la única manera de asegurarse un futuro medianamente digno. Cuando su plan se viene abajo, Lynette, en un intento por salvar la situación, se embarcará en una odisea desesperada de 48 horas a través de una ciudad en la que reina la codicia y la ambición.