Todo lo que Natalia Ginzburg evoca y describe sucede en nosotros como por primera vez, pero perdura para siempre. En Vida imaginaria, quizá su obra menos conocida, pero al mismo tiempo la más versátil y combativa, publicada en 1974 e inédita en castellano, la autora aborda, entre otros asuntos, la condición de la mujer y el feminismo, la infancia y las incertidumbres de la edad adulta o la debilidad de nuestras democracias. También retrata a algunos escritores muy queridos por ella, como Italo Calvino, Elsa Morante o Cesare Pavese, y nos habla de películas y de directores (Fellini, Bergman) cuyo arte supo reconocer desde el principio. Con discreta contundencia y una voz única, Ginzburg participa, a través de cada uno de estos textos, en la vida de hoy, de un hoy que data de hace medio siglo, pero que el lector no dejará de trasladar al aquí y al ahora, y a los dilemas estéticos, morales y políticos a los que nos seguimos enfrentando.
San dejó de trabajar después de su boda. Un día observa con cierta alarma que su cara y la de su marido se parecen cada vez más. El marido, que proclama no querer «pensar en nada cuando está en casa», engulle toneladas de comida apoltronado en el sofá mientras ve la televisión. San se pregunta, desconcertada, si no se habrá casado con un ser que no pertenece a la especie humana. Finalmente, los rasgos de la pareja se empiezan a mezclar... A la novela breve que da título al volumen, galardonada con el premio literario más prestigioso de Japón, el Akutagawa, en la que la autora trata de la convención conocida como «matrimonio» de una manera muy original, siguen tres relatos sobre la alienación de lo cotidiano que revelan una imaginación ingeniosa y radicalmente libre.
La princesa Théra deja el trono en manos de su hermano pequeño para luchar contra los lyucu en Ukyu-Gondé. Ha cruzado el legendario Muro de las Tormentas con una flota de guerra y diez mil combatientes. En Dara, mientras tanto, las corrientes de poder fluctúan al vaivén de las rivalidades de los líderes lyucu y la corte del Diente de León. Aquí, padres e hijos, maestros y discípulos, emperatriz y pékyu, alimentan las semillas de planes que tardarán años en germinar. En todas partes, el espíritu de la innovación flota en el ambiente como semillas de diente de león y el pueblo, los olvidados y los ignorados empiezan a ingeniar soluciones para una nueva era. En la tradición de las grandes epopeyas de nuestra historia, Ken Liu construye en esta saga una historia de formidable alcance y magnitud.
Como escritora, Ann Patchett sabe cuál será el desenlace de su ficción. La vida, sin embargo, a menudo da giros inesperados. Patchett reflexiona sobre ello en esta colección de ensayos, que ofrece una mirada fresca e íntima a su mente y su corazón.
Como alquimista literaria, Patchett convierte en oro sus experiencias: ensayos cautivadores y conmovedores, cada uno de ellos rebosante de emoción y perspicacia. Así, transforma lo privado en universal, ofreciéndonos una nueva forma de mirar a nuestro propio mundo y recordándonos lo fugaz y enigmática que puede ser la vida.
Hanio Yamada, un joven publicitario, sufre una crisis que le lleva a un intento de suicidio fallido. Sintiéndose vacío, importándole muy poco su existencia, se le ocurre la excéntrica idea de poner su vida en venta y lo hace publicando un anuncio en prensa: «Vida en venta. Quien la compre puede utilizarla como le plazca». El problema viene cuando acuden a él una serie de pintorescos personajes que quieren comprársela con extravagantes o siniestros propósitos, de modo que le devuelven el deseo de vivir y de olvidar su sentimiento autodestructivo. Tras una trama aparentemente desenfadada, en Una vida en venta se trasluce la soledad que acompañó siempre al autor, sus inseguridades, sus dudas, pero también su sed por apurar intensamente la existencia.
En Atenas, la multitud se dirige al juicio más asombroso de la Antigüedad. La familia real está sumida en el escándalo. Fedra, la joven esposa del rey Teseo, ha acusado de violación a su hijastro, Hipólito.
Él es un príncipe, un jinete experto, un joven prometedor con toda una vida por delante. Ella es la última de una estirpe de mujeres cretenses de dudosa reputación.
Los hombres de Atenas tienen que decidir quién dice la verdad. Mientras tanto, las mujeres de la ciudad, sin voto, se reúnen entre las sombras. Ellas saben que la verdad, en la era de los héroes y los monstruos, es escurridiza.
La verdad siempre tiene dos caras y la de las mujeres nunca se había contado.
Hasta ahora.