Las mil y una noches es una recopilación de historias inspiradas por la tradición oral, cuya relevancia fue curiosamente marginal dentro del contexto de la literatura árabe medieval. No obstante, a ella le debemos la fascinación por lo oriental que surgió a partir del siglo XVIII gracias a estudiosos como Antoine Galland, el autor de la primera traducción al francés, o exploradores como Richard Francis Burton, que la tradujo al inglés respetando el alto contenido erótico de la obra.
Anna Karenina es, junto con la monumental Guerra y paz, una de las obras clave Lev Tolstoi, en la que vemos todas las señas de identidad del gran realismo ruso: fina crítica social y multitud de personajes con una profundidad psicológica asombrosa. Las desventuras de Anna Karenina y su afán por integrarse en una sociedad hipócrita que la margina por adúltera, pero perdona los desmanes de su amante, nos hacen reflexionar sobre la invisibilización de la mujer a la par que nos ofrecen un fresco monumental de la Rusia decimonónica y todas sus contradicciones.
La vida de Jane Eyre da un vuelco tras la muerte de su padre. Acogida en casa de su tía y sus primos, sufrirá maltrato físico y psicológico hasta ser enviada al siniestro internado Lowood, donde vivirá una experiencia de miseria y privaciones. Ya adulta, comienza a trabajar como institutriz en Thorfield Hall, que en inglés significa "campo de espinos". Allí conocerá el amor del señor Rochester, tutor de la niña a la que ella enseña. Pero el señor Rochester tiene un pasado oscuro, un pasado que tiene que ver con el lugar donde viven. Cuando Jane descubra el secreto que se esconde en el ático de la mansión, su vida no volverá a ser la misma. En Jane Eyre, Charlotte Bronte demostró una capacidad insólita para describir los sentimientos de los personajes. Considerada una de las primeras novelas feministas, esta obra magistral da origen a una gran tradición de mujeres fuertes, capaces de enfrentarse a un destino adverso y de tomar las riendas de su vida.
Robert Louis Stevenson fue uno de los gigantes de la novela de aventuras, pero también fue uno de los grandes conocedores de la mentalidad humana, por lo que era de rigor que tarde o temprano escribiera un clásico imperecedero como El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (1886). Lúcido testigo de la Revolución Industrial ocurrida en el Reino Unido, Stevenson reflexiona acerca de los límites del método y de la ética científicos, pero, sobre todo y de una manera absorbente e inolvidable, de la dualidad entre el bien y el mal.
Nacida en una familia católica y burguesa que no espera de ella sino que se convierta en una «joven formal», contra la que se irá rebelando a medida que madura, Simone de Beauvoir relata en Memorias de una joven formal su despertar al hábito de lectura y de escritura, la relación cercana con su familia y su entrañable amiga Zara, junto con la situación de Francia tras la Primera Guerra Mundial y los estragos que ésta provocó en su hogar y en su país. Con todo, poco a poco, la niña que fue Beauvoir nos cuenta quién fue, pero también, y sobre todo, la época en la que vivió, en sus aspectos sociales, culturales y políticos. Una pequeña joya autobiográfica, sin lugar a dudas. Beauvoir marcó un antes y un después en la literatura femenina y el feminismo en el siglo xx, y está considerada como una autora fundamental en este siglo.
Laurence lo tiene todo para ser plenamente feliz: joven, hermosa, felizmente casada, con dos hijas, un trabajo en agencia de publicidad y una posición económica acomodada. Incluso tiene un amante que la satisface. Sin embargo, ese deslumbrante envoltorio está empezando a anular su personalidad. Interrogarse acerca de quién es y qué siente realmente la lleva a replantearse toda su vida, sus convicciones, sus juicios y a mirar con nuevos ojos el atractivo mundo en el que ha quedado atrapada. Laurence recuerda aquel rey que transformaba en oro todo lo que tocaba…, pues, a su semejanza, todo lo que ella toca se transforma en imagen. Mediante una equilibrada novela de personaje, Beauvoir nos ofrece una descarnada y muy atinada radiografía de la hipocresía y las mentiras del modelo burgués.
Con la concesión del Premio Nobel en 1995 se reconocía una de las aventuras poéticas más arriesgadas y logradas del siglo xx: la de Seamus Heaney. Su extensa obra abordó el abandono de los enclaves rurales, la difícil adaptación a un entorno urbano cada vez más aséptico, y las presiones que la política (y la violencia) ejercen sobre el hombre contemporáneo. Heaney barajó durante años preparar una selección de sus poemas que fuese representativa de su extensísima obra. Murió sin rematar la selección, pero dejó indicaciones para orientar a sus descendientes. El resultado es 100 poemas, un viaje que va desde las impresionantes descripciones del campo irlandés hasta las últimas meditaciones inspiradas por la sabiduría acumulada durante una vida entera de observaciones y reflexión. Uno de los pocos poetas del siglo xx que merecen el adjetivo de «imprescindible».
Conmemoramos los 250 años del nacimiento de Napoleón con esta biografía escrita de la mano de un testimonio excepcional, Stendhal. «Se trata, en efecto, del hombre más grande aparecido en el mundo desde César.» Este volumen reúne los dos intentos de Stendhal de escribir la biografía de Napoleón. Durante años se dedicó a reunir el material necesario para llevar a cabo este gran proyecto pero no llegó a terminarlo. Empezó a escribir Vida de Napoleón en 1817 cuando, a pesar de que Bonaparte ya se encontraba en el exilio, Stendhal todavía creía en su empresa. En esta primera biografía se centra en sus hazañas militares y en su experiencia como combatiente en las guerras napoleónicas. En Memorias de Napoleón, escritas en 1832, desengañado por una Francia que parecía haber olvidado el canto a la libertad, se centra en el símbolo que supuso el personaje y no duda en afirmar que aborrece al tirano pero adora poéticamente su grandeza. La presente edición incluye una magnífica introducción de Ignacio Echevarría que nos acerca a la intimidad histórica con la que Stendhal dibuja el retrato de Napoleón. El texto ha sido vertido al español por Consuelo Bergés, reconocida experta en Stendhal y traductora de la obra completa.
El «hombre» del título es tal vez el padre del niño Jacques Cormery, protagonista de esta obra. Pero poco se sabe de este padre emigrante, muerto en el frente de la Primera Guerra Mundial. El verdadero primer hombre es el hijo: sin padre, educado en un miserable barrio de las afueras de Argel por una abuela autoritaria, que le inflige castigos corporales ante una madre exhausta por su trabajo «en casas ajenas», ¿por qué caminos llegó ese niño a convertirse en Premio Nobel de Literatura? Esta novela, que narra cómo ese niño va construyéndose a sí mismo, es la historia de la niñez de Albert Camus.