Los relatos que Proulx ha dedicado al estado de Wyoming —como el famoso «Brokeback Mountain», llevado al cine con gran éxito— hablan de rancheros y cowboys, de indios y camareras de saloon, de amistades difíciles y disputas familiares en las que el rencor viene de lejos y el amor es bronco. La pasión por este lugar muestra a sus habitantes en toda su vulnerabilidad, como es el caso de Ray, un anciano que decide por fin contar los secretos de familia a su nieta, o la historia de la joven pareja de pioneros que intentó sacar adelante su granja a principios del siglo XX, cuando Wyoming era aún una tierra de naturaleza hostil, hasta llegar a la macabra historia de un árbol plantado en medio del desierto que ve morir a todos los viajeros que transitan por su lado.
El eco de mis muertes es una pieza única que nos permite, una vez más, adentrarnos en la obra poética de la gran escritora argentina Alejandra Pizarnik a través de la mirada del artista Santiago Caruso.
Siguiendo la estela de La condesa sangrienta (Libros del Zorro Rojo, 2022), las pinturas de Caruso en El eco de mis muertes que incluye una selección de fragmentos del poema «Aproximaciones», escrito entre 1956 y 1958 nos llevan a emprender un recorrido por el imaginario de Pizarnik; más precisamente su traspaso «hacia el otro lado», hacia el universo de la palabra hecha cuerpo y, en última instancia, hacia la muerte. La mirada minuciosa y a la vez penetrante de Caruso realza el ya mítico universo de la poeta. Un libro desplegable que deviene en un objeto imperdible, en un verdadero talismán.
En estos relatos aparecen las primeras familias que han emigrado a Marte; exploradores solitarios que se rinden a sus visiones; colonizadores que empiezan a sentirse cada vez más peligrosamente extraterrestres; un joven marciano atraído por una muchacha terrestre a la que no comprende; entre otros. Esta edición cuenta con ilustraciones de David de las Heras, cuya capacidad técnica y enfoque surrealista resulta muy afín a los relatos del autor norteamericano.
¿Qué jardines felices, bien regados sus árboles, qué cálices de flores de tierno deshojarse maduran las extrañas, las exquisitas frutas del consuelo, las pródigas, halladas en el pasto de tu propia indigencia? Año tras año, te admira su sazón, la piel suave, su justa medida, que por ti ha esquivado a las aves volubles o, en el fondo, al celoso gusano. ¿Entonces es que hay árboles rondados por los ángeles, cultivo de morosos y extraños jardineros? ¿Entonces nos dan fruto y no nos pertenecen?
Cuando el Arrow naufraga en los arrecifes de una pequeña isla del océano Pacífico, sólo quedan tres únicos supervivientes: Ralph Rover, Jack Martin y Peterkin Gay. Y lo que parece va a resultar una vida tan curiosa como apacible, entre las dos montañas y los fertilísimos valles llenos de riachuelos que pueblan la isla, se convierte en poco tiempo en una verdadera aventura. Llegará la amistad, el liderazgo, el aprendizaje de la vida; pero también la traición y la muerte.
En 2003, Joan Didion tuvo que afrontar la repentina muerte de su esposo y la larga enfermedad de su única hija. Con una fascinante distancia emocional, la autora narra su reacción a la tragedia y al duelo en un libro que desborda honestidad y que ha cautivado a millones de lectores en todo el mundo.
Recuperamos esta obra en una edición muy especial, con ilustraciones inéditas de Paula Bonet, una de las artistas más reputadas en España. Didion pone las palabras y Bonet plasma su esencia, resultando en un viaje detallado por el dolor, la pérdida y la supervivencia en una conmovedora fusión artística.