Publicamos el tomo XII de La Comedia humana que cierra el subciclo de las Escenas de la vida parisiense
Este tomo contiene los siguientes títulos:
Los empleados, publicada originalmente en 1838 con el título de La mujer superior, representa la lucha entre las esposas (mujeres superiores) de dos empleados que aspiran a ascender dentro del mismo ministerio.
Los pequeños burgueses es una de las novelas de Balzac que no pudo acabar. Publicada póstumamente en Bruselas en 1854, refleja como pocas la vida de la sociedad de la clase media de la época. Reaparecen muchos personajes de la novela anterior, ya jubilados, y la historia continúa con la cuestión de la mujer superior.
Los secretos de la princesa de Cadignan se publicó en 1839 bajo el título de Una princesa parisiense. En este tomo, entre otros avatares, veremos brillar con otra luz a algunos de los galanes más significativos de La Comedia humana, como Eugène de Rastignac y Maxime de Trailles, y el inicio del ascenso a la fama del escritor Daniel d’Arthez.
Jose del Río Sainz (Santander, 1884-Madrid, 1964) fue marino de formación y vocación, uno de los más importantes periodistas santanderinos de la primera mitad del siglo XX (corresponsal de guerra en Marruecos, director de periódico, articulista elogiado por Chaves Nogales), y un singular poeta caracterizado por su energía, prosaísmo y plasticidad. Autor de poemas que tienen casi siempre algo de suceso narrado que queda trascendido mediante una comprensión lírica de la realidad, Jose del Río es calificado por Gerardo Diego como un poeta cuya enorme personalidad se manifiesta en la conciliación de contrarios: modernismo y realismo, parnasianismo y prosaísmo. Premio Fastenírath de poesía en 1925, el propio poeta, en las líneas autobiográficas que en 1934 publicó en la segunda antología preparada por Gerardo Diego, señala que por edad y formación es seguidor de Ruben Darío y que la cualidad que prefiere en los versos es la musicalidad. En esas mismas líneas dejaba apuntado, con humor y lúcida ironía, "he recibido banquetes y homenajes, una puñalada y una flor natural, que es lo que más me duele". Concha Espina escribió sobre el: "es como sus versos: fuerte, descuidado, sincero, valiente".
Única, entrañable, divertida y antirromántica:
ALBALEZ, «una Mafalda del siglo XXI» (Pilar Martín,EFE)
«Irónica, inteligente y mordaz. Las viñetas de Albalez son como la vida misma... pero mejor.»
Elísabet Benavent
Albalez es millennial, pero no puede con la vida moderna. De hecho, está convencida de que la Tierra es su planeta de adopción y que en su planeta de origen, el biológico, no se madruga, ni se trabaja, y desde luego no existen los lunes. Para sobrevivir aquí, ¿qué mejor que Netflix, la pizza y las amigas, aunque estas a menudo le provoquen daños degenerativos con esos líos que se traen con el amor? Porque si de algo está convencida, por encima de todo, es que el amor romántico no existe.
En el París del siglo XV, con sus sombrías callejuelas pobladas por desheredados de la fortuna y espíritus atormentados, la gitana Esmeralda, que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres, es acusada injustamente de la muerte de su amado y condenada al patíbulo. Agradecido por el apoyo que en otro tiempo recibió de ella, Quasimodo, campanero de Nuestra Señora, de fuerza hercúlea y cuya horrible fealdad esconde un corazón sensible, la salva y le da asilo en la catedral. "Nuestra Señora de París" ha dado lugar a numerosos libretos de ópera y a varias versiones cinematográficas.
. Tercera entrega de la serie «Almas Oscuras», la trilogía vampírica del momento que te enamorará. La profecía se ha cumplido y la maldición que condenaba a los vampiros a las sombras ha desaparecido. Los renegados comienzan a tomar las calles y los humanos son sus presas. Los Cazadores liderados por William y los Guerreros bajo el mando de Daniel deberán unir sus fuerzas y hacerles frente. Sin embargo, un peligro mayor les acecha. La tregua entre los ángeles ha terminado y no tardarán en declararse la guerra. Una alianza. Un ritual. Un sacrificio. La distancia entre el cielo y el infierno jamás ha sido tan corta.