No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.
Ryland Grace es el único superviviente en una misión desesperada. Es la última oportunidad y, si fracasa, la humanidad y la Tierra misma perecerán.
Claro que, de momento, él no lo sabe. Ni siquiera puede recordar su propio nombre, y mucho menos la naturaleza de su misión o cómo llevarla a cabo.
Lo único que sabe es que ha estado en coma inducido durante mucho mucho tiempo. Acaba de despertar y se encuentra a millones de kilómetros de su hogar, sin más compañía que la de dos cadáveres.
Muertos sus compañeros de tripulación, y a medida que va recuperando confusamente los recuerdos, Grace se da cuenta de que se enfrenta a una misión imposible. Recorriendo el espacio en una pequeña nave, depende de él acabar con una amenaza de extinción para nuestra especie.
Un incendio en la catedral de Turín, donde se venera la Sábana Santa, y la muerte en él de un hombre al que habían cortado la lengua, son los detonantes de una trepidante investigación policial del Departamento del Arte, capitaneado por el detective Marco Valoni. Junto a la perspicaz y atractiva historiadora Sofia Galloni y una periodista ávida de preguntas, el grupo de Valoni deberá resolver un enigma que arranca de los templarios y llega hasta la actualidad.
Una trama que tiene como nexo de unión a una élite de hombres de negocios, cultos, refinados y muy poderosos. Los investigadores no cejarán en su empeño de demostrar que los sucesos de la catedral están conectados con la Sábana Santa y con las vicisitudes que ha vivido a lo largo de la historia, desde Jesucristo al antiguo imperio bizantino, la nueva Turquía, la Francia de Felipe el Hermoso, España, Portugal y Escocia...