Una madre y su hija viajan desde distintos lugares para reunirse en la ciudad de Tokio. Allí, durante los plácidos días del otoño nipón, pasean junto a los canales, se refugian de la lluvia en pequeños restaurantes, visitan templos, casas de té, vanguardistas obras de arte moderno… Y mientras tanto, hablan: del tiempo, del horóscopo, de la ropa y los objetos, de la distancia y la memoria… Sin embargo, su diálogo parece en todo momento teñido de incertidumbre, ocupado por unos desasosegantes espacios vacíos que remiten constantemente a las mismas preguntas: ¿cuál es la auténtica razón de su viaje?, ¿qué hay en realidad tras cada una de las palabras que cruzan?
A la vez delicado ajuste de cuentas y emocionante elegía, esta novela de tranquila y luminosa belleza indaga, bajo su serena sencillez, en las verdaderas dimensiones del amor familiar y en la posibilidad de hallar para este un lenguaje común.
En Las Troyanas, Eurípides adopta una posición antibelicista que, por desgracia, al cabo de los siglos, no ha perdido vigencia. Aunque centrada en el amargo destino de las mujeres dependientes de los héroes vencidos en la guerra de Troya, la obra versa sobre el desastre que suponen las guerras, cualquier guerra, así como sus detestables secuelas.
Considerado generalmente el más innovador de los tres grandes dramaturgos clásicos griegos, Eurípides (480-406 a.C.) se distinguió por plantear en sus obras los conflictos morales más permanentes de la condición humana. La experiencia de la guerra del Peloponeso, de la que fue testigo en el postrer tramo de su existencia, le movió, como bien testimonia "Las Troyanas", a tomar una posición antibelicista que, desgraciadamente, al cabo de los siglos, no ha perdido vigencia. En efecto, aunque centrada en el amargo destino de las mujeres dependientes de los héroes vencidos en la guerra de Troya, la obra versa sobre el desastre que suponen las guerras, cualquier guerra, así como sus detestables secuelas. Traducción e introducción de Antonio Guzmán Guerra
Con la edición ilustrada, en este caso a cargo del extraordinario Fran Vegas, de El último argumento de los reyes completamos la trilogía de La Primera Ley, una obra apasionante de la fantasía que ahora está disponible en el texto revisado por Manu Viciano y acompañado de las ilustraciones de artistas como Alejandro Colucci (La voz de las espadas), David Benzal (Antes de que los cuelguen) y Fran Vegas (El último argumento de los reyes).