Quien se adentre en este libro se descubrirá enseguida en medio de una selva de plantas, animales y flores. Y encontrará también el examen moral de la experiencia que asociamos a la poesía escrita en inglés, y ese despliegue espectacular de geografías y paisajes interiores que comparten tantos de los poemas que se han escrito en Estados Unidos. Aunque nadie discute la preeminencia entre la poesía estadounidense (y la universal) de autoras como Marianne Moore, Elizabeth Bishop o Anne Sexton, lo cierto es que el canon de la poesía de Estados Unidos suele estar plagado, en ocasiones de manera rutinaria, por poetas varones, y que autoras como H. D., May Swenson o Amy Lowell no disfrutan todavía en nuestro país del reconocimiento que merecen. Las trece de poetas seleccionadas en esta antología –de la pionera Emily Dickinson a la benjamina Sylvia Plath–¬ cubren casi dos siglos de una tradición de poesía todavía joven, pero madura y de calidad indiscutible. Ofrecemos de cada una de las autoras una cantidad de poemas suficientes (sus cimas) para que el lector pueda formarse una imagen cabal de sus sutiles mundos artísticos.
El presente y espléndido bestiario es el primer libro de poesía escrito por Guillaume Apollinaire, publicado en 1911. Los treinta pequeños poemitas –que normalmente siguen la sencilla forma del quatrain (cuarteta), casi siempre con rima alterna o pareada– van acompañados de otras treinta extraordinarias xilografías del pintor Raoul Dufy, artista de tendencia fundamentalmente fauvista que aquí adopta un estilo fuertemente clásico. Este «sencillo divertimento poético», en palabras del propio Apollinaire, da cabida entre sus páginas a animales poco habituales en los bestiarios: la mosca, el saltamontes, la oruga o el cangrejo, ejecutados siempre con enorme maestría. El libro se cierra con unas notas en las que el poeta adopta un tono humorístico y paródico, que ayudarán a entender y disfrutar la obra como un lúcido juego de imagen y palabra.
La nueva novela de Jacobo Bergareche tras el éxito internacional de Los días perfectos.
Diego y Claudia ultiman los preparativos de la fiesta de inauguración de su casa en Menorca. Pocos días antes del evento, mientras pasea con su familia, Diego reconoce en una terraza a una extranjera con la que había coincidido en un festival en Estados Unidos. Esa mujer, cuyo nombre Diego desconoce y a la que lleva veinte años sin ver, le ayudó a superar un suceso traumático. Diego quisiera saludarla pero no se atreve, porque entonces tendría que contarle a Claudia cómo se conocieron. Intrigado, se las ingeniará para verla de nuevo en un encuentro que quizá le cambie la vida.
Tras el éxito internacional de Los días perfectos, Jacobo Bergareche regresa a la novela con una emocionante historia que ahonda en la pasión, en la pérdida y en la fuerza del recuerdo. Un libro en el que despliega todo su talento narrativo y que lo confirma como uno de los escritores más prometedores del panorama literario español.