A punto de salir de prisión, Nate McClusky comete un grave error y su familia y él son condenados a muerte. Así lo sentencia Craig el Loco, líder de la mafia blanca Acero Ario, desde la celda de máxima seguridad donde cumple cadena perpetua. Un decreto ineludible, pues todo nazi supremacista de California responde al Acero, que compite contra los cárteles mexicanos por el control del narcotráfico en el Estado.
Unas horas después de ser puesto en libertad, Nate roba un coche y, por primera vez en su vida, va a buscar a su hija al colegio. Aunque Polly McClusky todavía no lo sabe, a su madre ya la han asesinado y su padre viene para ponerla a salvo. A sus once años, Polly es tímida, de inteligencia vivaz, y apenas conoce a Nate, pero juntos se lanzan a la carretera por una California desértica y llena de moteles y lugares inadecuados. Polly deberá madurar a toda prisa si quiere sobrevivir y salvarle la vida a su padre.
Jordi Recasens es un fotógrafo oriundo de Figueres en plena crisis de madurez. Su matrimonio está acabado, malvive en el garaje de su casa adosada y su esposa se comporta como una adolescente. Cuando Marta, su hija de veinte años, se casa con Bad Boy, un pelao orgulloso de conducir una minirretroexcavadora, Jordi decide revisitar los últimos treinta años de su vida sin revanchismo ni nostalgia, movido únicamente por el afán de comprender. Resurge así un pasado que incluye un castillo, un juego, una muerte, un Ampurdán que no es de postal y la decepción de crecer y descubrir un abismo entre lo que uno quería ser y lo que ha acabado siendo.
Los jugadores de whist, la novela más emblemática de Vicenç Pagès Jordà –autor clave de la literatura catalana contemporánea– es una obra fragmentaria que empieza como Stand by me, prosigue como El padre de la novia y culmina en una mezcla de American Beauty y Mystic River. Bienvenidos a la partida
La otra bestia es la criatura que habita dentro de Ana Rujas, la que te mira detrás de sus ojos, con voz ronca y cuchillo en los dientes. Una bestia imperfecta que porta la piel de un toro y no pierde el aliento por gustarte, un laberinto de setos del que nunca te apetece encontrar la salida. Firma de fuego, plataforma creativa, marca personal, hidra de siete cabezas: la Otra Bestia es su alter ego, su letra escarlata, su sello propio. Nadie puede escapar de uno mismo. La feria de las catástrofes y de los milagros ha llegado a la ciudad. Pasen y vean.