Written more than 70 years ago, 1984 was George Orwell’s chilling prophecy about the future. And while 1984 has come and gone, his dystopian vision of a government that will do anything to control the narrative is timelier than ever...
• Nominated as one of America’s best-loved novels by PBS’s The Great American Read •
“The Party told you to reject the evidence of your eyes and ears. It was their final, most essential command.”
Winston Smith toes the Party line, rewriting history to satisfy the demands of the Ministry of Truth. With each lie he writes, Winston grows to hate the Party that seeks power for its own sake and persecutes those who dare to commit thoughtcrimes. But as he starts to think for himself, Winston can’t escape the fact that Big Brother is always watching...
A startling and haunting novel, 1984 creates an imaginary world that is completely convincing from start to finish. No one can deny the novel’s hold on the imaginations of whole generations, or the power of its admonitions—a power that seems to grow, not lessen, with the passage of time.
La ambición y la intriga son las únicas pasiones de este hombre político, carente de escrúpulos y moral, que navega a través de las convulsiones sociales y políticas de la Francia revolucionaria y del imperio sin mudar el gesto. Como muy bien dice Zweig: «Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas: Joseph Fouché».
«Yo digo que la vida perfectamente puede estar hecha de la misma materia de las películas.»
Cuando al poblado llega una de Marilyn Monroe, Gary Cooper o Charlton Heston, en casa de María Margarita se juntan las monedas exactas para una entrada y la mandan a ella a verla. Debido a su talento especial para contarlas como si fueran «en tecnicolor y cinemascope», al poco tiempo todo un público la espera impaciente tras cada proyección.
«Comencé a fijarme en detalles que la mayoría pasaban por alto: el modo acanallado de pintarse los labios de la rubia amante del mafioso, algún tic casi inadvertido del pistolero en los instantes previos al saque, la forma en que los soldados encendían el cigarrillo en las trincheras para que el enemigo no viera el resplandor del fósforo.»
Tan sencilla como poderosa, esta novela encierra un homenaje al arte de narrar historias, al tiempo que traza la mágica historia de los cines en los pueblos en sus tiempos de esplendor y decadencia.
Un pintor recibe el encargo de realizar un cuadro de la Virgen con el Niño. El cuadro acompañará en un retablo a otro de increíble belleza, lo que enorgullece pero asusta al artista. Tras buscar y buscar sin éxito una modelo, un día, por casualidad, encuentra a una joven judía que representa toda la belleza, ternura e inocencia que él necesita. Tras convencerla para que pose, y una vez que ella vence sus miedos y recelos, se establece entre ellos una relación especial. Sin embargo, ambos malinterpre-tan los sentimientos del otro: él, maduro ya, ve en ella una misión que cumplir, mostrarle el camino hacia la conversión. Ella, joven e inexperta, quiere ver, en el hombre que se fija en ella, unas intenciones que expliquen los anhelos y cambios que está experimentando su cuerpo. Hasta que interviene el destino.
«Estimado lector, estimada lectora:
Aunque el uso habitual de un texto como éste es resumir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de describir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata. No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes
saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años,
cuando se muda con su familia a una casa junto a una
cerca. Cercas como ésa existen en muchos lugares
del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca
con una. Por último, cabe aclarar que este libro no
es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería
recomendable que lo hicieran, niños a partir de los
trece años de edad. El editor»