Valerie Taylor, una alumna adolescente de la Roger Bacon Comprehensive School de Kidlington, al norte de Oxford, desaparece sin dejar rastro. Dos años más tarde, y poco después de que su caso vuelva a estar de actualidad gracias a un reportaje de The Sunday Times sobre personas desaparecidas, Ainley, el inspector encargado de la investigación, muere en un accidente de tráfico, y los padres de Valerie reciben una carta con matasellos de Londres, aparentemente escrita por su hija, en la que dice encontrarse bien.
El inspector Morse y su ayudante, el sargento Lewis, serán asignados al caso. Morse, convencido de que Valerie está muerta, intentará averiguar qué ocurrió realmente el día de su desaparición: la chica había ido a casa a comer, y fue vista por última vez con su uniforme escolar y una bolsa cuando regresaba de nuevo al colegio…
1968. En la víspera de Año Nuevo, doce presos escapan de la prisión de Old Lonesome, emplazada en las proximidades de un pequeño pueblo de Colorado, al pie de las Montañas Rocosas. El suceso conmociona profundamente a todos los habitantes y una auténtica maquinaria de guerra se pone en marcha para traer de vuelta a los convictos, vivos o muertos. Pisándoles los talones van los guardias de la penitenciaría, un rastreador sin parangón, periodistas locales ansiosos por conseguir una buena historia y una traficante de marihuana resuelta a encontrar a su primo antes que la policía. En un momento dado, los fugados se separan y siguen diferentes caminos en mitad de la noche bajo una arrolladora ventisca. Nada comparado con la incontenible y despiadada espiral de violencia que se desatará a su paso…
El cuerpo sin vida de Sylvia Kaye aparece a las puertas de un pub de Woodstock, un pequeño y pacífico pueblo británico. El inspector Morse de la policía de Oxford (exalumno de la prestigiosa universidad local, apasionado de la música de Wagner, los crucigramas y las pintas de cerveza) está seguro de saber quién es la muchacha con la que Sylvia fue vista en una parada de autobús aquella fatídica noche y que parece tener la clave para resolver el asesinato. Pero el irreprimible sarcasmo y el exceso de confianza de Morse en sus dotes deductivas chocan de inmediato con la frialdad de la joven, dejando claro que descubrir la dolorosa verdad y actuar en consecuencia requerirá hasta el último átomo de la disciplina profesional del inspector…
Oxford como telón de fondo, unas historias sin fisuras y un elaborado desarrollo de los personajes son las tres inconfundibles señas de identidad que han convertido a Colin Dexter en uno de los exponentes contemporáneos más importantes del género, un verdadero maestro de la ficción policial clásica.