Eliza quiere escribir poesía. Ann sueña con convertirse en cocinera. Sus caminos no deberían haberse cruzado, pero juntas crearán el libro de cocina que revolucionará el siglo XIX.
Inglaterra, 1837. El Londres victoriano está en pleno cambio y a las cocinas de todos sus hogares empiezan a llegar especias, frutas y alimentos exóticos, pero las damas inglesas los han puesto en manos de cocineras y chefs extranjeros. Allí vive la señorita Elizabeth Acton, cuya mayor ilusión es publicar su segundo poemario en una prestigiosa editorial. En lugar de un nuevo contrato, recibe de su editor la extravagante sugerencia de escribir un libro de recetas, algo que ella se niega siquiera a considerar. Sin embargo, cuando su padre se ve obligado a huir del país acosado por las deudas y su familia se ve desprestigiada y sin un céntimo, Eliza reconsidera su decisión: junto con Ann Kirby, una joven de familia humilde, se pondrán manos a la obra y, a pesar de la diferencia de clases, darán forma a un libro de cocina que pasará a la historia.
MIL KILÓMETROS DE DISTANCIA,
DOS CORAZONES EMPEÑADOS EN ENCONTRARSE
Y UNA PASIÓN A LA QUE NO PODRAS RESISTIRTE.
Elena y Marcos por fin han reconocido que, aunque no entraba en sus planes, están locos el uno por el otro.
Elena y Marcos tienen que enfrentarse a un nuevo obstáculo: la distancia. Mientras ella busca su propio camino en Madrid, el debe regresar a su vida en Londres.
Entre conversaciones nocturnas, mensajes subidos de tono y reencuentros fogosos, Elena y Marcos están a punto de descubrir que no hay mayor aventura que la de rendirse al amor, aunque no siempre sea fácil.
La distancia mata la pasión... ¿O es al contrario?
La vida no es fácil en un college de Nueva Inglaterra si eres un chico modesto y falto de afecto que llega de California, y Richard Papen lo sabe; por eso agradece que lo admitan en un pequeño grupo de cinco estudiantes capitaneados por un profesor de literatura clásica con mucho carisma y pocos escrúpulos.
Los chicos sueltan comentarios en griego y se ríen de la ingenuidad y la torpeza de los demás, pero bien mirado se pasan el día bebiendo y engullendo pastillas. Hasta que un mal día lo que parecían chiquilladas adquieren una gravedad inesperada. Es entonces cuando Richard y su pandilla descubren qué difícil es vivir sin máscaras y qué fácil es matar sin remordimientos.