La psicóloga forense Nash Elizondo documenta el origen de una leyenda sobre brujería en la sima de Legarrea, en uno de los Valles Tranquilos de Navarra, pero cuando desciende a la sima lo que halla es el cadáver de una joven desaparecida tres años atrás, Andrea Dancur; un caso que conmocionó al país entero, y por cuyo crimen una mujer cumple prisión. Estamos en marzo de 2020, y el hallazgo y las nuevas pistas obligan a reabrir una investigación que esta vez se desarrollará en dos planos distintos: por una parte, a través del método científico, y por otra, mediante la profundización en la psicología de los implicados y el conocimiento de los misterios ancestrales.
Regentada por el antiguo detective Nagare Kamogawa y su hija Koishi, y disimulada entre las populosas calles de Kioto, se halla la taberna Kamogawa, un pequeño local donde se puede comer maravillosamente bien... y reencontrar el plato que ha marcado nuestras vidas. Porque, gracias a los recuerdos a menudo borrosos de los clientes, padre e hija, investigadores gastronómicos, recomponen cada receta perdida con insólita eficacia: los ingredientes y su origen, los tiempos y maneras de preparación e incluso los personalísimos secretos culinarios de los cocineros originales. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de recrear sabores únicos salpicados de nostalgia. En esta ocasión, por las mesas de la taberna Kamogawa veremos desfilar, entre otros, a Sakyo Kataoka, un joven bailarín que busca la receta de un kake-soba de fideos y caldo aparentemente comunes que compartió tres años atrás con su padre en un restaurante elegante de Tokio; a Nobuo Matsubayashi, un reputado fabricante de vajillas que desea comer de nuevo, ahora en compañía de su nieto, el arroz con curry que le preparó una vez su hija; y a Yumiko Maezaki, una afamada profesora de piano que lo daría todo por volver a probar un yakisoba como el que tomó con el hombre que amaba hace quince años en Osaka.