Los poetas feroces cuentan lobos para dormir es un homenaje a la poesía y, muy especialmente, a los poetas que mantuvieron desigual debate entre poesía y vida. Con soltura y atrevimiento, huyendo de tópicos habituales, desde ángulos novedosos sabe reflexionar y dar la vuelta a la realidad preconcebida. Su humor y aparente despreocupación están, sin embargo, teñidos de amargura, pues sus poemas no dejan de ser sino una tentativa de lo infinito inalcanzable; la constatación de que, a la postre, la vida es mucho más que la poesía.
Una novela epistolar sobre el final del amor y sobre cómo nuestra cotidianidad puede cambiar en un instante.
Agneta y Emma son dos hermanas que han crecido bajo la atenta mirada de una madre autoritaria que las ha conducido a buscar respuestas y afecto fuera del hogar. El reciente divorcio de Agneta y la reclusión de Emma en casa de su abuela hará que se cuestionen el papel crucial que las relaciones tienen en sus vidas y cómo la ruptura de estos vínculos puede cambiarlo todo en un instante, llevándolas a conocerse y a descubrirse a sí mismas.
Una novela íntima y delicada sobre la necesidad de pertenencia y sobre cómo nos definen los lazos que tejemos a lo largo de la vida.
La edición actual incluye fotografías de familiares que inspiraron los personajes de la novela, algunos de los cuales, fallecidos entretanto, recuperan su nombre real. En el epílogo («A la sombra de Clara Stauffer»), la autora explica estos y otros detalles, como la impresión que recibió una tarde de finales de marzo de 1997: «Tuve una corazonada. Levanté la vista y, tras coger aire, como un buceador que se propone llegar hasta el fondo, me lancé a recorrer aquella lista negra, sin detenerme antes a leer el artículo. Los ciento cuatro nombres anunciados aparecían por riguroso orden alfabético. No quise saltarme ni uno. Y sí. Allí, entre asesinos y torturadores, entre destacados miembros de la Gestapo y las SS, entre los responsables de uno de los períodos más siniestros en la Historia europea, estaba ella. La única mujer de toda la lista. Clara Stauffer Loewe, la hermana de mi abuela materna. Tuve que leer varias veces la descripción».