En apenas dos décadas, Joseph Roth (1894-1939), uno de los escritores en lengua alemana más importantes del siglo xx, diseminó su talento en periódicos y revistas, en centenares de artículos, en novelas canónicas como La marcha Radetzky y Job, y en cuentos magistrales como los que presenta esta edición única en castellano. El volumen incluye las diecinueve narraciones que han llegado hasta nosotros del gran escritor austrohúngaro, entre las que hay varias inéditas en castellano y otras tantas clásicas, en una nueva traducción. De «El alumno aventajado», su primer cuento publicado en 1916, a «La leyenda del santo bebedor», pasando por «El Leviatán», la última parábola de Roth, o «El busto del emperador», su hermoso y melancólico homenaje al imperio perdido.
La narrativa breve de Zweig es un símbolo de la literatura y la cultura europea del siglo XX. Persiguiendo un anhelo de profundizar en lo oscuro, lo pasional, lo heroico o lo trágico, Zweig contruye bajo el influjo del psicoanálisis una red de personajes que conviven con un conflicto consigo mismos y con los demás y, por lo tanto, con las raices, las encrucijadas y la destrucción a la que se abocó la Eruopa de la primera mitad del siglo XX. Joyas como “Novela de ajedrez”, “Mendel el de los libros” o “Sueños olvidados” son solo la punta de una catedral literaria indispensable en Europa y que forma una mirada desgarradora poblada de relatos únicos.
Esta recopilación de todos los cuentos de Dylan Thomas, que van cronológicamente desde los relatos oscuros y casi surrealistas de su juventud hasta celebraciones de la vida tan gloriosamente ruidosas como «Navidades infantiles en Gales» y «Con otra piel», traza el progreso del llamado Rimbaud de Cwmdonkin Drive hacia su dominio del lenguaje cómico. Aquí también hay historias escritas originalmente para la radio y la televisión y, en un breve apéndice, las piezas de juventud publicadas por primera vez en Swansea Grammar School Magazine. Un punto culminante de la colección es el «Retrato del artista cachorro», un vívido collage de recuerdos de su infancia en Swansea que combina el lirismo de su poesía con el brillo y el humor astuto.
Reunir los cuentos de Franz Kafka (1883-1924) significa ofrecer en un solo volumen toda la ficción breve del autor, tanto la publicada en vida como todos los relatos dispersos que fueron publicados de manera póstuma, incluyendo La transformación, Un médico rural o Descripción de una lucha, su primer cuento escrito. Kafka es una de una de las mentes más singulares del siglo xx y una de las «formas de estar en la literatura» que más han influido en generaciones posteriores. Incluso, como hay quien se atreve a aventurar, en sus precursores. Así de original y de importante es el universo literario de Kafka. La nueva traducción de Alberto Gordo, tomada como un verdadero reto, logra aunar originalidad y naturalidad, un equilibrio entre la sutil tirantez del estilo kafkiano y la fluidez debida a una traducción actual. Kafka ha de sonar a Kafka, porque ningún otro escritor había sonado ni suena como él, y ahí radica parte de su encanto.
«Muy a menudo dudo de si alguna vez haré imprimir una línea. ¿Sabes qué sería una bella idea la del joven que, hasta los cincuenta años no hubiera publicado nada, y que de golpe, hiciese aparecer, un buen día, sus obras completas y no hiciera nada más?». Con un nivel de autoexigencia artística como pocos autores han demostrado tener, Gustave Flaubert (1821–1880) esperó hasta los treinta y seis años para publicar Madame Bovary, y, sin embargo, quiso privar a sus lectores de la mayor parte de su narrativa breve previa que, sin duda, está a la altura en calidad e importancia al resto de su obra. Gran parte del valor de esta edición de sus Cuentos completos reside en reunir por primera vez en nuestro idioma todos esos trabajos –casi desconocidos todavía– que permanecieron ocultos hasta su muerte, y que subrayaban ya la genialidad del autor francés. Pero, como no podía ser de otra forma, se incluye también –en la exquisita edición de Mauro Armiño, dos veces Premio Nacional de Traducción– el último de sus libros, Tres cuentos (1877), hito del género compuesto por los clásicos «Herodías», «La leyenda de san Julián el Hospitalario» y, por supuesto, esa obra maestra titulada «Un corazón simple». Desde ahora Flaubert no solo es Madame Bovary, sino también cada uno de los cuentos que integran esta propuesta imprescindible.
Los relatos de Eca de Queirós son una prueba de su evrsatilidad, su estilo único y su unvierso narrativo plural. Son múltiples también sus imaginarios: desde el mundo etno-fantástico de «El difunto» y «El tesoro», o el maravilloso bíblico de «El suave milagro» o «El aya», hasta la reaidad de las mujeres adúlteras de «En el molino» y la crítica de costumbres que le confirió el fulgor de la universidad. Su nombre no es tan solo garante de un talento que lo convirtió en el escritor portugués más importante de todos los tiempos; hablamos de algo todavía más infrecuente: de un creador por excelencia, de un demiurgo satánico y divino, y, en definitiva, de un genio.