Abigail Hunt’s Hollywood dreams could best be described as slow burn…but she’s about to graduate from TV sidekick to dramatic actor. When the esteemed director of her breakout role suggests a deep dive for her part by shadowing the head of a struggling pro soccer team, she jumps at the chance to prove she’s ready.
Getting asked out by notorious grump and gorgeous star player Luke Wolfe wasn’t in the plan, but suddenly her research is getting a lot more…hands-on. Their relationship quickly sets social media on fire, and Luke seems determined to prove he’s more than his villainous reputation. But just when Abigail is happier than ever—her name in lights and her heart in good hands—the other cleat drops: Luke’s been coerced into faking their relationship to improve the team’s ticket sales.
Furious, Abigail refuses to give Luke the satisfaction of dumping him—she decides to get even. Over-the-top dates, treating his games like fashion shows, and befriending the fan club he hates? Count her in. It’s only a matter of time until she pushes the right buttons.
She just didn’t expect him to keep putting up with it—or to say I love you.
«Mi libro preferido, y el primero que escribí.»
Gabriel García Márquez
Con este libro, Gabriel García Márquez se descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo, la intención primera era escribir un reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era García Márquez escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista y los transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto político considerable -se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco- y el exilio para su autor.
Con este libro, Gabriel García Márquez se descubrió a sí mismo como un narrador. Sin embargo, la intención primera era escribir un reportaje sobre un hombre, Luis Alejandro Velasco, que estuvo diez días a la deriva en una balsa mecida por el mar Caribe. El futuro Nobel de Literatura y entonces joven reportero que era García Márquez escuchó el relato de los hechos de boca de su protagonista y los transformó, tal vez sin pretenderlo, en un prodigioso ejercicio literario, una narración escueta y vigorosa donde late el pulso de un gran escritor. La publicación por entregas del reportaje en El Espectador de Bogotá supuso un alboroto político considerable -se revelaba la existencia de contrabando ilegal en un buque de la Armada colombiana, lo que costó la vida de siete marineros y el naufragio, más afortunado, de Velasco- y el exilio para su autor.