Un soberbio retrato del poder del arte, el amor y la rebeldía contra el destino impuesto.
Valladolid, 1620. Martin de Castro es un pintor de santos cuya esposa murió al dar a luz a su querida hija, Juana. La niña demuestra desde bien pequeña un talento auténtico por la pintura. Siendo ya una adolescente, ocurren dos sucesos que cambiarán su hasta entonces plácida vida: Martín es seducido por una intrigante mujer que acaba convirtiéndose en su madrastra y ella, a su vez, comienza una intensa relación con Francisco Peña, el mejor aprendiz de su padre.
Así se inicia esta intensa, barroca y fascinante novela en la que su autor ha derrochado talento narrativo para recrear la vida de una mujer que tiene que desempeñar su arte en la clandestinidad, negándose así a aceptar un destino impuesto por otros. Una vida cargada de rebeldía y plena en experiencias que trae al presente el fascinante siglo XVII.
Desde la Venecia de los dogos a la Roma de los papas, pasando por el Madrid de los Austrias y la severa Valladolid, Juana conocerá de primera mano el ambiente artístico de su época y a personajes históricos como el mismísimo Diego Velázquez o Felipe IV.
Julien Sorel es un plebeyo provinciano, inconformista y rebelde que, si bien carece de recursos, ha recibido del bondadoso cura de su pueblo una educación privilegiada. Ello, unido a su afán de poder y a la seducción que jerce sobre las mujeres, despierta en él la inquebrantable resolución de hacer fortuna. La ascensión y caída de Sorel darán pie a una vívida descripción de una época que no ha ajustado cuentas con el pasado. Compleja y poderosa, esta obra cumbre del XIX sitúa a su autor como el primer novelista de genio de la era burguesa.