Por el Desiré desfilan los sueños y realidades de un elenco de personajes memorables encabezado por Bella, cantante de boleros; Poco, un viejo enigmático de origen incierto; la solterona y cándida Antonia y su hermano Damián. Sus vidas son una demostración imponente de la distancia, a veces insalvable, que media entre los deseos de felicidad y las posibilidades reales de alcanzarla.
Como el anverso y el reverso de un bolero, esta sobrecogedora novela juega con una contraposición: sobre el espacio urbano degradado de un local nocturno madrileño, el Desiré, se proyecta la postal pintarrajeada de un improbable y suntuoso Tropicana, el legendario club cubano en sus mejores tiempos, convertido en mito y refugio de un puñado de soñadores.
Te trataré como a una reina, la tercera novela de Rosa Montero, puede ser vista como una farsa negra y como una tragedia rosa. La fuerza e intensidad con que está narrada, la contundencia de personajes que pueden tocarse, permiten ver, con ácida verdad, un mundo desportillado que descubre la soledad de todos, bajo los falsos colores de una pintura que se resquebraja.
Esta novela, farsa negra o tragedia rosa, proyecta la condición humana, vulnerada e inerme, sobre un degradado local nocturno madrileño donde desfilan cupletistas venidas a menos, policías, tipos grises e incluso algunas almas cándidas como la solterona Antonia y su hermano.
Elías es un estudiante de Erasmus en Roma, tímido e inseguro, que ha conseguido por fin salir de su pueblo, un sitio cerrado y conservador. Tiene miedo a sentirse perdido, pero en el fondo sabe que es el momento perfecto para encontrarse.
Enzo es un joven deportista de élite, apuesto y lanzado, que lucha por entrar en el equipo nacional de natación. Vive por y para nadar sin pensar demasiado en su corazón, que todavía está herido.
Pero justo cuando ambos van a dar un giro importante a sus vidas, sus caminos se cruzan y surge una atracción que ninguno puede esconder y que amenaza con cambiar sus vidas para siempre. ¿Sobrevivirá su amor a lo que piense el mundo? ¿Podrán aceptarse como son y ser felices?