Cleo se pasa el día escribiendo sobre historias de amor..., pero ninguna es la suya.
Cuando la editora jefa de su columna de consejos amorosos le pide que se «case consigo misma» en una remota isla irlandesa, Cleo accede. ¿Una aventura romántica en solitario en un paraje idílico? ¡No hay problema!
Sin embargo, cuando se instala en su lujosa cabaña, aparece un estadounidense alto, moreno y testarudo que insiste en que es él quien tiene reservado el pequeño refugio.
Mack se niega a irse y Cleo tampoco cede. Y, cuando una tormenta se les echa encima, no les queda otra que guarecerse juntos. Por lo menos solo será una noche...
Pero ¿y si una noche en la isla es solo el principio?
Por la autora de la exitosa ser Mi hombre.
Primer volumen de la trilogía Una noche.
Una noche nunca será suficiente.
Livy siente la presencia de él nada más entrar en la cafetería. Es imponente, con una mirada azul tan penetrante que casi se distrae al tomar nota de su pedido. Cuando se marcha, ella cree que no volverá a verle jamás, hasta que descubre una nota que le ha dejado en la servilleta firmada por «M».
Todo lo que él quiere es una noche para adorarla. Sin compromiso, sin ataduras, sólo placer sin límites. Livy y M, M y Livy. Opuestos como el día y la noche, y aun así tan necesarios el uno para el otro. M únicamente puede ofrecerle veinticuatro horas, pero, ahora que se han encontrado, una noche nunca será suficiente…
Tras la temprana muerte de sus padres en un trágico accidente automovilístico, Bianca, poco más que una adolescente, protagonista y voz por medio de la cual se hilvana la narración, se descubre avocada al abismo de su indiferente existencia, dirigida irremediablemente a un camino que no conduce a ningún futuro. Desde entonces dedica sus horas a lavar, tintar y cortar pelo mientras su hermano menor se mezcla con gente de dudosa reputación en el gimnasio donde trabaja. La aparición de dos hombres misteriosos supondrá la oportunidad de cometer un delito que podría rescatarles de las penurias económicas. La pequeña fortuna de un viejo y ciego actor podría resultar en una puerta de huida que los llevase a algún lugar; el que fuera, pero a alguno. Bianca tiene mucho que ganar y nada que perder, pues ¿qué ha de esperar quien ha abandonado toda esperanza?