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UNA PEQUEÑA FIESTA LLAMADA ETERNIDAD

Una pequeña fiesta llamada Eternidad habla de un mundo que se acaba, pero no todavía: del pasado que nos encauza hacia el futuro, de la noche —con su día— y de la revolución. En estos poemas se baila como bailan los cuerpos al sonar el amor y el deseo, las utopías y las decepciones, la rabia y la esperanza; también las ficciones que «nos ayudan a soportar la vida» frente a la misma vida que no sabemos si decir o no. De fondo se oyen los versos de Sylvia Plath, de Anne Sexton, acaso el golpe beat, tan altos y salvajes los de Carmen Ollé. En esta celebración inagotable se ama y se promete todo, incluso la salvación. Desde la escritura, y desde el sexo, y desde la insurgencia: en Una pequeña fiesta llamada Eternidad hay fuego y purpurina. La primera persona se conjuga singular y se comprende plural, colectiva. Un libro en el que Gabriela Wiener se asoma hacia la eternidad que sigue a la derrota, y nos lo cuenta aún más personal, aún más político.
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UNA ROSA SOLA (BOL)

Una novela elegante y delicada como un haiku, evocadora y sensorial como un largo viaje. Por la autora de La elegancia del erizo. Rosa viaja por primera vez a Japón para conocer el testamento de un padre al que nunca conoció. Solitaria y distante, con el paso de los años se ha cerrado a la vida. Día a día, guiada por el que fuera asistente de su padre, se adentra en la belleza de los jardines y templos de Kioto, y en esa búsqueda de su identidad conseguirá, al fin, reconciliarse con el pasado y abrirse de nuevo a la alegría del amor. Una rosa sola es el inolvidable retrato de una mujer que oscila entre la oscuridad y la luz, entre el miedo y la valentía, y del viaje interior con el que reinventa su destino. Una travesía en la que se expone al dolor, a lo desconocido, al amor y a la metamorfosis hasta alcanzar la certeza de que es el acto de dar, y de darnos, lo que hace que nos sintamos más vivos.
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UNA SENSACION EXTRAÑA (BOL)

Desde que a los doce años abandonara la aldea de Anatolia donde nació, Mevlut Karatas no hace más que fantasear sobre su vida. Instalado en Estambul, desde el primer momento se siente cautivado por la ciudad vieja y por la nueva metrópoli que se abre paso rápidamente en su lugar.
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