Un adictivo thriller romántico que no solo cruza la línea entre el peligro y el deseo, sino que la hace arder hasta los cimientos.
Honor Stone acaba de quedarse sola en el mundo; no tiene familia, ni dinero ni futuro. Así que cuando se cruza con Strike Madden en el depósito de cadáveres, no está de humor para dejarse seducir por él. No le cabe duda de que es guapísimo y de que la atracción entre ellos no se puede negar, pero se siente demasiado conmocionada por el reciente asesinato de su hermana gemela. Son el momento y el lugar equivocados para ellos.
Tiempo después, el enigmático millonario la contrata como artista para su estudio de animación erótica, un trabajo que pronto se convertirá en una peligrosa mezcla de negocios y placer.
Así que cuando el obsesivo asesino de su gemela pone a Honor en el punto de mira y los dolorosos secretos de su traumático pasado salen a la luz, Strike no se detendrá ante nada para protegerla, lo que deja al descubierto sus propios demonios. Y son unos demonios capaces de dejar helado a cualquiera, aunque ese lado maravillosamente roto y oscuro no asusta a Honor.… la consume.
En medio de un indeterminado paisaje mediterráneo, un soldado exhausto y cubierto de suciedad huye de la violencia de la guerra, pero su plan de cruzar la frontera se tuerce cuando se encuentra con una mujer que también intenta escapar de la barbarie.
El 11 de septiembre de 2001, a bordo de un barco fluvial en las afueras de Berlín, el atentado contra las torres del World Trade Center interrumpe unas jornadas para rendir homenaje a Paul Heudeber, un brillante matemático de la RDA que, a pesar del fracaso de la utopía comunista, permaneció fiel al lado oriental del muro hasta su muerte. Casi veinte años después, y con la guerra de Ucrania de trasfondo, la hija de Heudeber evoca ese día y la trágica vida de Paul y de su madre, una figura ausente y contradictoria.
Aquellos que son asesinados en la carretera, a la entrada del pueblo minero de Desesperación, son los más afortunados, porque para los que sobrevivan y crucen el cartel de bienvenida, Desesperación se convertirá en el escenario de sus más angustiantes pesadillas... En la interestatal 50, en el desértico y solitario tramo que atraviesa Nevada, un gato muerto ensartado en un cartel da la bienvenida al pequeño pueblo minero de Desesperación. Allí, un policía local poseído por un perverso ser se ha erigido en autoridad suprema y sanguinaria, y elige sus víctimas entre los escasos vehículos que circulan por la carretera. Aquellos que mueren rápidamente son el realidad los más afortunados, ya que para los supervivientes Desesperación se convertirá en el escenario de una horrenda pesadilla.