Neil, el narrador, es un hombre de mediana edad al que no le ha ido demasiado bien ni en lo personal ni en lo profesional. Si hay algo que recuerda con entusiasmo son las clases de Cultura y Civilización que recibió de una profesora excepcional: Elizabeth Finch. Inteligente e inalcanzable, llena de elegancia, esta mujer admiradora del mundo clásico consideraba que el mundo había tomado el camino equivocado el día en que el Imperio romano decidió abrazar el monoteísmo cristiano. Por eso su héroe era el último emperador pagano: Juliano el Apóstata. Cuando dejó de ser su alumno, Neil mantuvo el contacto con Elizabeth, y comían juntos periódicamente. Ahora la maestra admirada ha muerto, y su antiguo discípulo emprende una doble tarea: escribir un ensayo sobre Juliano a partir de las notas y preguntas que ella dejó, e indagar en la biografía de esa mujer enigmática a través de los cuadernos que le ha legado y del testimonio que le brinda su hermano, tan diferente a ella. ¿Quién fue en realidad la elusiva y fascinante Elizabeth Finch? ¿Qué misterios escondía su personalidad? ¿Dónde termina la admiración y empieza el amor? ¿Qué podemos aprender de la historia y la cultura? ¿Qué es lo que da sentido a nuestras vidas? Jugando una vez más con los géneros y sus límites, Julian Barnes ha escrito una novela que es también una elucubración filosófica y una reconstrucción biográfica a través de la cual homenajea, de forma más o menos velada, a una queridísima amiga, una escritora inglesa fallecida hace unos años.
Dos narraciones procedentes de las principales novelas de Cabrera Infante, publicadas por el autor en un único volumen.
Ella cantaba boleros es producto de las recomendaciones de dos escritores y amigos de Guillermo Cabrera Infante: Mario Vargas Llosa y Javier Marías. El primero le aconsejó que publicara Ella cantaba boleros como narración independiente, en lugar de incluirlo en Tres tristes tigres a manera de hilo conductor. Por su parte, Marías le hizo notar que el último capítulo de La Habana para un infante difunto era perfecto y que debería publicarse por separado. Así pues, en este libro las dos narraciones se encuentran, en palabras de su autor, "juntas y revueltas", aunadas en última instancia por la inventiva, el humor y el erotismo característicos de su literatura.
Tras sufrir un grave accidente, Ella no vuelve a escribir. Derrotada y perdida, emprende un viaje a Florencia en busca de una fascinante historia que le contó su padre y que quiere convertir en novela. En su afán por sentirse viva, crea un enigmático y silencioso personaje, La Donna di Lacrima, que recibe en un soberbio ático de la vía Ghibellina a hombres que le cuentan su vida y adoran su cuerpo y su silencio. Nadie reconocerá en ésta a la solitaria y triste escritora que restaura libros y visita cada tarde a las siete la antigua librería del Mercato Nuovo donde otro ser, un librero tan solitario y misterioso como ella, la espera.
Tras una cita a ciegas desastrosa, Darcy Lowell no puede esperar a que su hermano se canse de hacer de celestina. El amor, y el inevitable desamor, es lo último que está buscando; así que miente y dice que su última cita ha sido todo un acierto, sin esperar que su mentira pueda verse descubierta.
Elle Jones, una de las astrólogas que hay detrás de la popular cuenta de Twitter Oh MyStars, sueña con encontrar a su media naranja. Pero sabe de sobra que no es Darcy, una remilgada, demasiado analítica, puntual y escéptica para alguien de espíritu tan libre como ella. Cuando el hermano de Darcy, su nuevo compañero de negocios, le dice lo contento que está con que su cita haya ido bien, Elle no sabe cómo reaccionar. ¿Estuvieron en la misma cita?
Darcy le pide a Elle que continue con la mentira y Elle accede con una condición: Darcy tiene que ayudarla a sobrevivir a su familia durante las Navidades. Pero lo que ninguna de las dos espera es que los sentimientos florezcan durante una relación falsa.
Quizá los opuestos sí se atraen, cuando el amor está escrito en las estrellas…
40 grandes ideas que han cambiado el mundo. ¿Qué es un gran libro? ¿Leer nos hace mejores? ¿Por qué dedicar nuestro tiempo a la ficción? Mario Vargas Llosa responde a estas preguntas con intensa pasión literaria. Este es un alegato contra la idea de la literatura como pasatiempo de lujo y a favor de considerarla irremplazable para la formación de individuos libres. A lo largo de la historia, algunos libros han cambiado el mundo. Han transformado la manera en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás. Han inspirado el debate, la discordia, la guerra y la revolución. Han iluminado, indignado, provocado y consolado. Han enriquecido vidas, y también las han destruido. Taurus publica las obras de los grandes pensadores, pioneros, radicales y visionarios cuyas ideas sacudieron la civilización y nos impulsaron a ser quienes somos. La crítica ha dicho sobre la colección «Great Ideas»... «A parte de los contenidos, en general muy bien elegidos, son tan bonitos que si los ven seguro que cae alguno.» El País
En el año 2011, el narrador de esta novela y su familia llegaron, de un modo azaroso, a una vivienda casi en ruinas situada en un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les permitiría hacer uso de ella mientras el encontraba financiación para construir allí unos apartamentos. Era solo cuestión de tiempo que la casa fuera derribada. Sin embargo, durante los años siguientes, pasaron largos periodos en ella, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración.
á Allí recibieron a vecinos y amigos; con ellos compartieron comida, música, trabajo y risa. Allí la familia llegó a convivir con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón. Nunca perdieron de vista que terminarían llegando las máquinas excavadoras, lo que convirtió la experiencia en aquella casa en una elocuente metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo que termina.