Atravesada por la memoria olfativa y bañada por la luz de Asturias, El verano que volvimos a Alegranza es una novela evocadora que nos recuerda que las buenas historias, igual que los buenos perfumes, siempre son necesarias.
Leandra es editora en una revista de moda con sede en Madrid. A sus treinta y cinco años se ha alejado de su marido, ha perdido la ilusión por su trabajo y ha presenciado la muerte de su tía Valentina en circunstancias dramáticas. En busca de respuestas a la crisis existencial en la que se halla inmersa, decide pasar un verano en Alegranza -la casa de indianos que construyó su abuelo Tomás en el pueblo asturiano de Colunga- y aceptar el reto de Jean-Luc Peltier, un prestigioso perfumista al que ha entrevistado: elaborar un perfume que la ayude a definirse a sí misma. Mientras bucea en sus recuerdos de infancia, impregnados de rosa silvestre, hortensia o madreselva, Leandra irá desvelando las distintas capas de secretos que, como los ingredientes de una fragancia, componen la historia de su familia.
Última noche del año. Los adolescentes Liv, Martina, Max y Anton son mejores amigos desde hace años. Los cuatro están ansiosos por celebrar esta Nochevieja juntos, divirtiéndose, bebiendo y coqueteando, mientras espían a sus padres en la casa vecina.
Cuatro secretos
Pero ya no son niños: hay que arriesgar y trasgredir las reglas. Y empiezan a jugar. Primero al Monopoly; después a Verdad o Reto. La fiesta sube de tono y las apuestas son cada vez más altas. Aparentemente lo tienen todo, pero tras la fachada perfecta hay secretos que nunca han compartido. Cada uno de ellos esconde algo que el juego inocente sacará a la luz y revelará una verdad impactante.
Una noche sin fin
Nada volverá a ser lo mismo.
Y no todos llegarán a las campanadas de medianoche…
Cuatro amigos
Última noche del año. Los adolescentes Liv, Martina, Max y Anton son mejores amigos desde hace años. Los cuatro están ansiosos por celebrar esta Nochevieja juntos, divirtiéndose, bebiendo y coqueteando, mientras espían a sus padres en la casa vecina.
Cuatro secretos
Pero ya no son niños: hay que arriesgar y trasgredir las reglas. Y empiezan a jugar. Primero al Monopoly; después a Verdad o Reto. La fiesta sube de tono y las apuestas son cada vez más altas. Aparentemente lo tienen todo, pero tras la fachada perfecta hay secretos que nunca han compartido. Cada uno de ellos esconde algo que el juego inocente sacará a la luz y revelará una verdad impactante.
Una noche sin fin
Nada volverá a ser lo mismo.
Y no todos llegarán a las campanadas de medianoche…
Una novela de suspense a tres tiempos -1975, 1998 y 2008- acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire.
En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor -Harry Quebert, autor de una aclamada novela- y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado y acusado de asesinato al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín.
Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras busca demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad solo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.
Adictiva, impredecible y altamente perturbadora. Suspense de alto voltaje. Colleen Hoover. Un fenómeno imparable. Por la autora de Romper el círculo.
Lowen Ashleigh recibe un encargo que le cambiará la vida: Jeremy, el flamante marido de Verity Crawford, una de las autoras más importantes del momento, la contrata para terminar la serie de libros en la que trabajaba su mujer antes de sufrir un grave accidente que la ha dejado en coma. Cuando Lowen se instala en la mansión del matrimonio para poder trabajar con los materiales de Verity, descubre una autobiografía escondida en la que Verity hace confesiones escalofriantes. Lowen decide ocultarle el manuscrito a Jeremy, pero a medida que sus sentimientos por él comienzan a intensificarse, se da cuenta que ella podría beneficiarse si Jeremy leyera las palabras de su mujer.
Nadie atrás, nadie adelante. Se ha cerrado el camino que abrieron los antiguos. Y el otro, ancho y fácil, de todos, no va a ninguna parte. Estoy solo y me abro paso.