Sonya recibe la noticia de que su difunto padre tenía un hermano gemelo poco después de romper su compromiso matrimonial y perder su trabajo, así que, cuando descubre que su tío desconocido le ha dejado en herencia una mansión victoriana en la costa de Maine, decide instalarse en ella para descubrir por qué los niños fueron separados al nacer y la razón por la que todo se mantuvo en secreto.
La joven no tarda en darse cuenta de que en la casa ocurren cosas muy extrañas. Trey, el abogado amigo de la familia que la ayuda a instalarse, le confirma que el lugar está embrujado y le habla de Astrid, «la primera novia perdida», cuyo retrato decora el despacho de su tío. Sonya también ha heredado una maldición centenaria y un enigma que debe resolver para romperla.
En 1999, Paulina Ramírez, de tan sólo trece años, fue violada y quedó embarazada. Con el apoyo de su familia, acudió a la clínica de su localidad para interrumpir la gestación, pero ni su corta edad ni las circunstancias violentas en las que se dio su embarazo le garantizaron ese derecho.
Los médicos que la atendieron argumentaron objeción de conciencia, empecinados en defender sus creencias religiosas, y se negaron a practicar el aborto, dejando a Paulina y a su familia en una encrucijada vital.
Un retrato emocionante de una de las mejores cuentistas argentinas.
La escritora argentina Silvina Ocampo es una de las figuras más exquisitas, talentosas y extrañas de la literatura en español. Hija de una familia aristocrática, autora de libros que, al decir de Roberto Bolaño, parecen provenir de «una limpia cocina literaria», en torno a ella se han urdido mitos que envuelven no solo su obra, revalorizada con entusiasmo en los últimos años, sino también su vida privada: la particular relación que tenía con su marido, Adolfo Bioy Casares; su cambiante y chismosa amistad con Jorge Luis Borges, que cenaba cada noche en su casa; sus presuntos romances con mujeres, como la poeta Alejandra Pizarnik o la madre del propio Bioy; sus perturbadoras premoniciones; sus ambiguos conflictos con la olímpica Victoria Ocampo, su hermana mayor.