París, 1889. La ciudad se prepara para la gran Exposición Universal y la Argentina opulenta participa con un fastuoso pabellón al gusto francés, sin saber que en las inmediaciones un aventurero belga planea exhibir en una jaula, como animales salvajes, a un grupo de indios onas capturados en Tierra del Fuego, y presentarlos como «antropófagos patagónicos». Uno de ellos, el muchacho Kalapakte, logra huir y, deambulando a la sombra de la recién erigida Torre Eiffel, conoce al joven anarquista Karl, quien participó en su construcción. Juntos emprenden una particular odisea por Europa y las tierras americanas, un regreso repleto de aventuras y peligros que ponen en evidencia las miserias y contradicciones de un siglo que termina y otro que recién empieza.
Países Bajos, siglo XVII. La joven Griet, de dieciséis años, entra a trabajar al servicio de Johannes Vermeer en la ciudad de Delft. Griet parece saber cuál es su papel en la casa: ocuparse de las tareas domésticas y cuidar a los seis niños del pintor. Sin embargo, la sensibilidad de la muchacha llama la atención de Vermeer, quien le abre las puertas de su mundo y su trabajo. A medida que la intimidad crece entre ambos, también lo hacen la tensión y los celos. Y pronto, llega el escándalo.
Tracy Chevalier logra consagrarse en el género de la ficción histórica con esta novela que ya es un clásico contemporáneo.
Era una de esas brujas de los bosques, condenada a la marginación mil años atrás, una mala persona. Maldijo a la pequeña el día que nació, para que, cuando la joven cumpliera dieciocho años, al pincharla con un huso en el dedo se durmiera para siempre.
A vuelo de pájaro, era el reino más cercano al de la reina, pero ni siquiera los pájaros volaban sobre él.
Esta historia tal vez os resulte familiar: hay una joven reina a punto de casarse. Hay algunos enanos buenos, fuertes y valientes; hay un castillo rodeado de una maraña de espinos; y hay una princesa a la que, según se rumorea, una bruja condenó al sueño eterno.
Pero aquí nadie espera que aparezca un noble príncipe montado en su fiel corcel y dispuesto a arreglar las cosas. Si una joven reina quiere demostrarse a sí misma que puede ser una heroína, rescatar a una princesa es una ocasión perfecta...
Este cuento de hadas está urdido con un hilo de magia negra que gira sinuosamente, arrojando apasionantes brillos y reflejos que sorprenderán a lectores de todas las edades.