Celia y Fernando deciden emprender un crucero por el Caribe en un intento de recobrar una intimidad diezmada por la rutina matrimonial. El viaje por las islas se inicia al ritmo dulzón de los boleros. Y, poco a poco, el lector va remontándose en el pasado aparentemente anodino y recatado de los protagonistas, hasta llegar a esa otra vida, infinitamente más rica y sugerente, donde las parejas suelen agazapar apasionados secretos inconfesables, y sobre todo inconfesados.
En el placentero escenario del crucero, Celia y Fernando descubren que esos mismos recuerdos, en contacto con la sensualidad natural del entorno, podrían transformar sus existencias de un modo inesperado.
Cuando los monstruos se cuelan en tu mente, vienen para quedarse.
Lyon, 1992. Nora Cortázar es la jefa del departamento de Ciencias del Comportamiento de Interpol, donde imparte clases sobre psicología criminal, pero sobre todo es conocida por ser lahija de un famoso asesino, Balbea. Obsesiva, analítica y con una memoria extraordinaria, Nora es una mujer única con unacapacidad especial para comprender el mal.
El regreso de Nora a Lemoniz para asistir al funeral de su madre coincide con elhallazgo de un cadáver en la central nuclear. En un pueblo marcado por los secretos, Nora sospecha que tras el asesinato hay más de lo que parece, y para resolverlo unirá fuerzas con su primer amor, a quien la une undoloroso pasado.
Una central nuclear abandonada, una plataforma marítima y los paisajes imponentes de la costa vasca son los escenarios de estethriller atmosférico en el que se cruzan siniestros ritualesantiguos, leyendasy oscuros secretos familiares.
Un empresario es asesinado en presencia de su hija, y su cadáver es disuelto en ácido sulfúrico. La consigna es clara: «Sin cuerpo, no hay crimen». Son cinco los hombres involucrados, dos de ellos abogados; todos deberán dar la cara en un juicio vibrante. Lobo Antunes nos abre la puerta a la mente de los cinco asesinos, desgranando sus móviles, los traumas y secretos de cada uno de ellos, rincones donde habitan la infamia, la perversión y el exceso.