Tom Bombadil es bajito y de rostro rubicundo, alegre y despreocupado, de buen corazón pero indiferente hacia los problemas del mundo exterior.
Es señor del Bosque Viejo, donde tiene un poder absoluto. Este espléndido y divertido poema nos ofrece acompañarle en sus aventuras y descubrir
una nueva vertiente del talento del maestro de la fantasía de todos los tiempos.
Mientras crecía en una ciudad poco corriente de dos mil habitantes, Twain fue un muchacho travieso, un poco el prototipo de su propio personaje, Tom Sawyer. Aunque su salud se vio perjudicada desde una edad temprana, a los nueve años era un pilluelo fumador que dirigía una pequeña pandilla de gamberros y que, por encima de todo, detestaba la escuela. Su popularidad como escritor se disparó con Las aventuras de Tom Sawyer (1876), Príncipe y mendigo (1882) y Las aventuras de Huckleberry Finn (1885). En aquellos momentos, ya era considerado como uno de los grandes escritores de personajes en la comunidad literaria.
Pier Paolo Pasolini siempre tuvo una fuerte vocación por dialogar con sus lectores, admiradores e incluso enemigos. A partir de 1960, la revista Vie nuove dedicará una sección para que el escritor italiano respondiera semanalmente a cartas de obreros, estudiantes, aspirantes a escritor o amas de casa en busca de consejo e inspiración, para compartir lecturas e incluso para polemizar con sus ideas y sus libros. Pasolini se muestra duro y comprensivo, amable y riguroso, implicándose con pasión en las respuestas a las cuestiones que le plantean.