Georges Duroy, un ex suboficial que ha servido en Argelia, malvive en París con un empleo sin futuro. Tres francos con cuarenta céntimos es lo que tiene en el bolsillo al empezar la novela, lo que equivale «a dos cenas sin almuerzo, o a dos almuerzos sin cena, a elegir». Pero un fortuito encuentro con un antiguo compañero del ejército, que ahora es redactor político de un periódico influyente, va a cambiar su vida. Iniciado por su amigo en el periodismo, ese oficio de «quienes despachan la comedia humana cobrando por líneas», se encuentra de pronto rozando los círculos del dinero y el poder. Joven y apuesto, pronto se da cuenta que a través de las mujeres «se llega más deprisa»; ve, además, que, aunque no le sobren luces ni talento, lo importante para triunfar es «el deseo de triunfar». Buen Amigo (Bel-Ami) (1885) avanza a golpes de deseo y de ambición, «vanidad halagada y sensualidad satisfecha»: bajo su férula caen amantes, matrimonios, herederas y ministros.
El hombre conocido únicamente como B. es mitad mortal y mitad dios, maldito y obligado a llevar una vida de violencia... incluso a costa de su cordura. Pero después de vagar por el mundo durante siglos, puede que B. haya encontrado por fin un refugio: trabajando para el gobierno de Estados Unidos, librando las batallas demasiado violentas y peligrosas para cualquier otra persona. A cambio, a B. le darán lo único que desea: la verdad sobre su interminable existencia teñida de sangre... y la clave para acabar con ella.
«Brenda Lozano es una espléndida escritora, brillante, divertida, sutilmente perversa, siempre conmovedora.»
Francisco Goldman
Paloma está muerta. Ha sido asesinada. Pero antes de ser Paloma, su nombre fue Gaspar. Gaspar hacía ceremonias para curar a la gente, pero desde que se convirtió en Paloma, se dedicó a la vida nocturna con los hombres. Prefirió el amor a la purificación. Fue ella quien enseñó a Feliciana todo lo que sabe sobre la curandería. Con este aprendizaje, Feliciana descubre que, además de curar el cuerpo, también puede curar el alma. Pronto sus poderes serán conocidos en todas partes y se convertirá en la curandera de El Lenguaje.
Por otro lado, la periodista Zoé decide visitar a Feliciana al pueblo de San Felipe para descubrir no sólo la verdad sobre el asesinato, sino también la vida de la curandera. Y en ese mismo tenor, construirá su propio relato.
Brujas es una historia de tradiciones, sanaciones, violencia y, sobre todo, de la importancia del lenguaje; una novela maravillosamente escrita.